Un cohete lanzado por Hamás mató a tres israelíes al norte de la Franja de Gaza el jueves, las primeras víctimas de una escalada del conflicto entre Israel y Palestina que ya ha dejado 16 muertos en ambos lados.
Aviones israelíes bombardearon blancos en los alrededores de la ciudad de Gaza, donde los edificios temblaron y se levantaron columnas de humo por las explosiones.
Egipto e Irán reaccionaron fuertemente: El presidente egipcio Mohamed Mursi dijo que los ataques de Israel en la Franja de Gaza eran "inaceptables" y llevarían la inestabilidad a la región, mientras los iraníes, enemigos declarados de Israel y proveedores de armas para Hamas, calificaron la ofensiva israelí de “terrorismo organizado”.
"Estamos en contacto con la gente de Gaza y los palestinos y estamos con ellos hasta que se detenga la agresión y no aceptamos bajo ninguna circunstancia la continuación de esta agresión en la Franja", dijo Mursi.
El presidente de Estados Unidos Barack Obama habló el jueves por la tarde tanto con el primer ministro Benjamin Netanyahu y con el presidente Morsi con quienes discutió la escala de violencia en Gaza.
Obama reiteró a Netanyahu que Estados Unidos apoya el derecho de defensa propia a la luz de los ataques lanzados desde Gaza contra civiles israelíes, mientras recordó a Morsi su importante papel en preservar la seguridad regional. Obama y Morsi concordaron que la importancia de desarmar la situación tan pronto como sea posible.
Hamás es una rama de la Hermandad Musulmana que ahora controla Egipto, el vecino árabe más poderoso de Israel y un socio crucial en los tratados de paz de 1979.
En Líbano, Hezbolá, la milicia chiita apoyada por Irán, también amenaza a Israel con sus miles de combatientes y unos 50.000 cohetes emplazados en el sur de Líbano apuntando al estado judío. No obstante, este frente norte permanece tranquilo por el momento.