Hace unos seis años escribí un artículo con el título “Amet Una Realidad Trunca”. Lo que hoy estamos viendo es como el ocaso o el mantenimiento de esta idea que fue buena, aplaudida por la mayoría. Por revanchismo entre dos ex jefes policiales y la visión miope en cuanto a su continuidad tuvo dicho organismo ha ido provocando que el mismo se convierta más en una agencia de recaudación de impuestos que de colocar y poner el orden en las calles donde han sido apostados.
En ese artículo que menciono indiqué lo siguiente:
“Cuando hace casi diez años el ingeniero Hamlet Herman, había asumido para gracia de nuestro país las riendas de organizar el tránsito, exclusivamente de Santo Domingo y Santiago como planes pilotos, todos los que hemos tenido la dicha de conocer bastante bien al indicado guerrillero y revolucionario, teníamos la conciencia y la fe de que transformaría y realizaría un giro en este sentido y en los lugares señalados”.
Continúo citando: “El cambio fue notorio y evidente, lo más importante es que algo que se inició como un plan o idea para dos zonas, se hiciera para todo el país, llegando con esto a crear a nivel nacional una “conducta social”, de modo tal que todo el que no estaba acostumbrado a obedecer las leyes del tránsito se viera en la necesidad de cumplir o acatar la ley por miedo a la imposición por parte de uno de los agentes del Amet de una multa”. “Es por lo anterior que hoy vemos la consecuencia de que una gran parte o mayoría de la población que utiliza vehículos se coloca el cinturón de seguridad al momento de comenzar a manejar o de montarse en un transporte”.
“Ahora bien, lamentablemente, estos logros se trataron de forma politiquera”. “Un asunto técnico fue llevado al ámbito de la política, esto último porque las cosas comenzaron a cambiar, lo primero que se hizo fue pasar dicho organismo creado por decreto a las filas de la policía con un sueldo mucho menor”.
“Es lamentable que un logro como resultó ser la colocación de agentes del AMET en las calles del país hace casi diez años, luce al menos en Santiago, que no se le ha dado el mismo seguimiento y esfuerzo”. “Asimismo, desde que dan las siete de la noche nuestra ciudad y creo que otras del país, las calles parecen tierra de nadie, no aparece una autoridad por parte, cada quien anda a nivel de tránsito como le venga en ganas y en la forma que desea”.
Leyendo este artículo parece como si fuera una premonición o la crónica de una historia anunciada, porque esa realidad de hace seis años no ha cambiado, al contrario, ha ido ahondando a tal punto que ya el agente del AMET no se le notan cambios, ni expectativas, ni sorpresas ante la población.
Que importante sería que a nivel del Estado se preocuparan por no permitir que una idea que nació como buena y con mucho apoyo, siga su declive y estancamiento como lo hemos estado viendo ante nuestros ojos. No sólo es cuestión de cambiar directores, sino de que se imprima voluntad política para que esto no siga sucumbiendo y se pueda rescatar y darle el valor que este organismo requiere, como lo hacen en toda nación organizada. Para un desorden como el que existe en el tránsito nacional, lo primero que debemos organizar y volverle a dar el brillo con el que inició, es renovar y rescatar al AMET con el mismo tipo de ideas e innovación que las fundamentaron.
Lic. Jordi Veras.