El papa Benedicto XVI lamentó que en las regiones más pobres del mundo exista una «gran dificultad para acceder a fármacos eficaces» contra este virus. «Pienso en el gran número de niños que cada año contraen el virus de sus madres, pese a que existen tratamientos para impedirlo», agregó el pontífice ante los miles de fieles y peregrinos que asistieron a la audiencia pública de los miércoles.
Recordó, además, el trabajo que la Iglesia desempeña en este ámbito, sobre todo con los niños que afectados por la enfermedad, y expresó su apoyo y alentó las «numerosas iniciativas que, en el ámbito de la misión eclesiástica, se han promovido para derrotar este flagelo».