María Teresa Merlo, Sor Tecla, cofundadora de las Hijas de San Pablo, Paulinas, nace el 20 de febrero de 1894 en Castañito, Alba-Italia, y muere el 5 de febrero de 1964. Es una mujer consagrada totalmente a Dios, entrañable compañera de luchas y esperanzas del beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina, compuesta por 5 congregaciones 4 institutos y la asociación de cooperadores laicos.
Las grandes virtudes de Sor Tecla fueron: humildad y fe, que la llevaron de la oración a la acción y de la acción a la oración, con una fe inquebrantable, capaz de superar grandes dificultades en el desempeño de la misión, afrontando las dos guerras mundiales (1915 y posteriormente 1939) con todas las consecuencias que las guerras generan.
Siendo muy joven, acoge la invitación del fundador para acompañar a otras jovencitas e iniciar una congregación religiosa femenina, que tendrían como Carisma la comunicación, “Vivir y comunicar la Palabra de Dios con los medios, formas y lenguajes de la comunicación social, al estilo de san Pablo”, así nacen las Paulinas el 15 de junio de 1915, época en la que reinaba la prensa escrita: libros, revistas, periódicos… aunque ya el telégrafo, el cine, la radio y otros medios como la televisión estaban dando sus pasos.
Sor Tecla acepta la invitación del beato Alberione, de ser consagrada para comunicar, cuando todavía no tenían nada y se dedicaban a cocer uniformes para los soldados, porque ella era modista, sin embargo, esta realidad no le impide mirar alto y lanzarse hacia adelante con fe, porque estaba convencida de la urgencia de evangelizar y llevar la Palabra de Dios a todas las personas, en todo el mundo con todos los medios a su alcance.
Una de las características que mejor la define es: mujer creativa, abierta a las nuevas iniciativas y proyectos para el servicio del evangelio, capaz de obedecer, buscando siempre la voluntad de Dios y reconociendo en el fundador, Alberione, al profeta de Dios. El fundador le dio el título de Primera Maestra y subrayaba: “La Primera Maestra Tecla fue un alma contemplativa, rezaba en todas partes, porque estaba unida continuamente a Dios. Su espíritu se afinaba.
La iluminaba una luz cada vez más brillante. Hacia el final de su vida escuchaba, reflexionaba y gustaba para buscar solamente la gloria de Dios. Esto constituye el vértice de la santidad. La santidad consiste en buscar sólo la Gloria de Dios y, la Primera Maestra había llegado a este punto.
Recordamos hoy, a Sor Tecla, justamente en la Fiesta de la Presentación del Señor y día en que la Iglesia celebra a la Vida Consagrada y, se realizan en el mundo las festividades de la clausura del año dedicado a la Vida Consagrada. Santiago, se une a estas celebraciones con una solemne liturgia en la Catedral, iniciando a las 5 con las confesiones, luego la procesión hasta la entrada de la Catedral para pasar por la Puerta Santa, y luego celebrar juntos la eucaristía, que será transmitida a las 6pm por Radio Luz “93.7 Fm”. Le invitamos a compartir con todos los consagrados y consagradas esta hermosa ceremonia.
martes, 2 de febrero de 2016
Recordando a Sor Tecla
10:30 a. m.
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