Las autoridades chinas han derribado la cruz de una iglesia católica, perteneciente a la diócesis de Wenzhou. Se trata del último incidente de la campaña de retirada de cruces que continúa en la provincia de Zhejiang, al este de China.
(AIN) Oficiales del gobierno han retirado la cruz de la iglesia de Zhuangyuan,perteneciente a la parroquia de Yongqiang, durante la madrugada del 25 de febrero,según informa Ucanews. Dos semanas antes, el director de asuntos religiosos de la provincia de Zhejiang hizo un llamado a la «estabilidad religiosa» antes de la cumbre del G-20 que tendrá lugar el próximo septiembre en Hangzhou, capital de la provincia.
La comunidad católica clandestina (fiel a Roma) de la parroquia de Yongqiang había convocado a una reunión en la tarde anterior para alertar de que la cruz iba a ser demolida. No pudieron frenar las intenciones de las autoridades, a pesar de haber conseguido rechazar la demolición el año pasado.
«La persona a cargo de la iglesia no dio cuenta al párroco sobre las intenciones de retirar la cruz esta vez, posiblemente porque las autoridades le habían amenazado», comenta un trabajador de la Iglesia clandestina que se mantiene en el anonimato. «Cuando el sacerdote se ha dado cuenta de la situación por otros, inmediatamente organizó un encuentro».
Al menos 18 cruces de iglesias protestantes han sido eliminadas en Zhejiang en lo que va de año. Es la primera vez que el objetivo de la campaña anticruces recae sobre la comunidad católica, mucho más pequeña -se calcula que son unas 210.000 personas-. Se hace evidente que continúa la campaña de demolición que ha derribado más de 1.700 cruces desde finales de 2013 en la provincia al este de China.