El papa Francisco inició la celebración esta noche en la basílica de San Pedro del Vaticano la Vigilia Pascual, durante la que administrará los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Primera Comunión a cuatro adultos procedentes de Italia, Albania, Rusia y Estados Unidos.
La Vigilia Pascual o “Lucernario” es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y se celebra en esta noche del Sábado Santo que San Agustín llamó “madre de todas las vigilias”, en alusión a la espera de la Resurrección del Hijo de Dios.
Al rito asisten unas diez mil personas, treinta cardenales y decenas de obispos y sacerdotes.
La ceremonia comenzó en el atrio de la basílica vaticana, donde Francisco bendijo el fuego nuevo y encendió el Cirio Pascual, símbolo de Cristo, “Luz del Mundo”.
Francisco realizó con un punzón una incisión sobre el cirio pascual, grabando una cruz y la cifra del año 2013, y pronunció en latín: “Christus heri et hodie, Principium et Finis, Alpha et Omega, ipsius sunt tempora et saecula. Ipsi gloria et imperium per universa aeternitatis saecula” (Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A Él pertenece el tiempo y los siglos, a Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos).
Después, comenzó la procesión hacia el altar mayor, en medio de una total oscuridad y silencio en el templo, iluminado poco a poco con las velas de las miles de personas que llenan la basílica, encendidas con la llama procedente del Cirio Pascual
La Vigilia Pascual o “Lucernario” es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y se celebra en esta noche del Sábado Santo que San Agustín llamó “madre de todas las vigilias”, en alusión a la espera de la Resurrección del Hijo de Dios.
Al rito asisten unas diez mil personas, treinta cardenales y decenas de obispos y sacerdotes.
La ceremonia comenzó en el atrio de la basílica vaticana, donde Francisco bendijo el fuego nuevo y encendió el Cirio Pascual, símbolo de Cristo, “Luz del Mundo”.
Francisco realizó con un punzón una incisión sobre el cirio pascual, grabando una cruz y la cifra del año 2013, y pronunció en latín: “Christus heri et hodie, Principium et Finis, Alpha et Omega, ipsius sunt tempora et saecula. Ipsi gloria et imperium per universa aeternitatis saecula” (Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A Él pertenece el tiempo y los siglos, a Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos).
Después, comenzó la procesión hacia el altar mayor, en medio de una total oscuridad y silencio en el templo, iluminado poco a poco con las velas de las miles de personas que llenan la basílica, encendidas con la llama procedente del Cirio Pascual