SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desarrollar la consciencia para que el ser humano aprenda a valorar y respetar la vida y a los demás seres con que compartimos el planeta, es la receta que falta a los planes de las autoridades para detener el alto índice de feminicidios en el país.
La conclusión se desprende del panel sobre “El origen de la violencia hacia la mujer”, efectuado por la Asociación de Ayuda Social Ecológica y Cultural (ADASEC), en el que participaron el doctor Ricardo Velázquez, la historiadora Mu-kien San Ben y el sicólogo Gregorio Marte.
Ricardo Velásquez
Durante la actividad, el doctor Velásquez, quien trató el tema “El desarrollo de la conciencia para crear una cultura de paz”, manifestó que cuando el ser humano se hace consciente de que “todos somos uno”, se vuelve incapaz de dañar a nadie.
“Es necesario formar escuelas que sean capaces de enseñar el verdadero valor de la vida, lo que somos en realidad como seres humanos, para superar la inconsciencia profunda que está provocando la muerte no solo de personas, sino también de otras especies del planeta”, expresó.
Señaló que por más de 28 años, la ADASEC imparte el curso “Vivencia Esencial”, el cual ha ayudado a miles de personas a cambiar desde su interior, con técnicas simples que le permiten apreciar el valor de la vida, el amor por la naturaleza y todas sus criaturas y el manejo y control de los impulsos que conducen a la violencia.
Mu-kien San Ben
De su lado, la historiadora Mu-kien San Ben resaltó que desde sus inicios, la nación dominicana se ha construido sobre la base de la violencia social, familiar, escolar e institucional.
Citó que en su investigación del comportamiento político del 1844 hasta el 2000, una de las características que encontró fue que la forma de dirimir las diferencias políticas era mediante acciones de violencia.
“En 56 años yo hice un registro de más de 300 movimientos armados. Y por ejemplo, Ulises Francisco Espaillat, que gobernó el país por 5 meses (en 1876) tuvo en dos meses más de 70 movimientos armados”.
Opinó que el problema de los feminicidios “tiene que atacarse desde las escuelas, construyendo una educación dialógica en la que los conflictos se solucionen mediante el diálogo; trabajar con las familias, promoviendo el empleos para los jóvenes creándoles expectativas para salir del círculo de la pobreza y cambiar la cultura de la violencia”.
Gregorio Marte, psicólogo
Asimismo, el psicólogo Gregorio Marte, dijo que entre las principales causas de los feminicidios está la educación diferenciada para chicas y chicos, el proceso psicológico de construcción de la subjetividad masculina, los modelos masculinos valorizados por los medios de comunicación y la atribución del rol dominante del hombre en nuestra cultura patriarcal.
“El hombre violento tiene una percepción rígida de la realidad. Sus ideas son cerradas, con pocas posibilidades de ser revisadas. Percibe a la mujer como “provocadora” y suele confundir miedo con rabia, o inseguridad con ira”, expresó.
Señaló que para que el agresor pueda cambiar su situación, en primer lugar debe reconocer su situación de violencia.
Además, recomendó buscar ayudar profesional, denunciar los actos de violencia, empoderarse como mujer, reeducarse y aprender a ser padres antes de casarse.