Julio Vasquez.

Radio Renacer

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sábado, 13 de abril de 2013

Todo estará bien

Para empezar este día te ofrezco un breve poema. Te ayudará a dejar en manos del Señor toda turbación, porque Él te anima a abrir el corazón a su infinito amor. La llave de la paz interior es la confianza en Dios, “como un niño en los brazos de su madre”. La musicalidad del himno parece una invitación a reposar en los brazos divinos…
    
“Cantemos al Señor con indecible gozo, Él guarde la esperanza de nuestro corazón, dejemos la inquietud posar entre Sus manos, abramos nuestro espíritu a Su infinito amor.
  
 Dichoso será aquel que siempre en Él confía en horas angustiosas de lucha y de aflicción, confíen en el Señor si están atribulados, abramos nuestro espíritu a Su infinito amor.
   
Envíanos, Señor, tu luz esplendorosa si el alma se acongoja en lucha y aflicción, qué luz, qué dulce paz en Dios el hombre encuentra; abramos nuestro espíritu a su infinito amor.”
    
Como las canciones, este poema es para repetirlo varias veces hasta que poco a poco  interiorices los sentimientos que lo impregnan. Tiene un efecto sedante: ensancha el corazón y descansa la mente… y, si hay en ti alguna tiniebla, se disipa al entrar la luz del amor infinito. (Padre Natalio).
    
Hay una hermosa oración de Víctor Fernández, muy apta para estos tiempos que vivimos, dominados por las ansiedades, inquietudes y preocupaciones por cosas que no son de verdad trascendentes y que nos pueden hacer perder de vista el objetivo realmente importante, que es el de llegar a Jesús a través de nuestros hermanos. Dice así:
    
“Dios mío, mira mis nerviosismos, mi inquietud interior y pacifícame, Señor, calma mi corazón perturbado, derrama en él tu paz divina. No dejes que me llene de ansiedades y obsesiones, porque nada de este mundo vale tanto, nada es divino. Jesús, cura mi ansiedad con tu mirada paciente. Ayúdame a luchar con paz y gozo, caminando firme, sereno, sin prisas. Quiero trabajar bajo tu luz, sabiendo que comprendes mis errores y que siempre puedo empezar de nuevo. Porque tú tienes confianza en mí, me esperas, y deseas que viva sanamente. Contigo todo será para bien, aunque yo no pueda verlo. Aplaca mi interior inquieto, seréname y pacifícame. Amén” (Pequeñas Semillitas)
   
Todo estará bien, el Señor nos dice hoy... Dichoso el hombre que confía plenamente en la promesa de mi Padre ... Sin sentir temor ante las pruebas ... Ante las enfermedades ... Ante la oscuridad ... Porque ese hombre que confía ...jamás la oscuridad podrá apagar su luz ... Y la paz le acompañará siempre para estar fortalecido... Y sentirse confiado de que pase lo pase... Todo estará bien… (Emerson Fernández).

Bendiciones y paz.