El periodista Lázaro Medina, de El Nuevo Diario, fue víctima la noche de este lunes de la delincuencia común que ataca sin detenerse en todo el país, al ser asaltado por un grupo de ladrones que lo interceptaron cuando se disponía abordar un vehículo del transporte público para trasladarse a su residencia, luego de concluir su rutina de trabajo en este periódico. Durante el asalto, ocurrido alrededor de las 11:00 de la noche en la compleja esquina de las calles París y José Martí, el comunicador fue agredido físicamente por los malhechores, quienes le propinaron un contuso golpe en el rostro que ameritó atenciones médicas y su internamiento en un centro asistencial.
Los médicos diagnosticaron rotura del hueso malar (pómulo izquierdo), que requiere de cirugía. El golpe recibido fue tan contundente que le provocó al periodista sangrado por boca y nariz.
Narrando los hechos, Lázaro Medina recuerda que mientras caminaba por la París en dirección a la José Martí, donde abordaría el vehículo, fue atacado por alrededor de diez jóvenes, al parecer todos adolescentes, quienes lo rodearon cuchillos en mano.
“Me abordaron, se dijeron entre si qué lo qué con él; intenté evadirlos pero rápidamente me cercaron, sacaron sus cuchillos y procedieron a despojarme de mis pertenencias, equipo de grabadora, documentos personales, dinero en efectivo y hasta mi pañuelo de uso personal se llevaron”, dijo Lázaro Medina.
Explicó que el golpe recibido, el cual lo dejó totalmente aturdido, se lo propinaron ya cuando los infractores se marchaban.
Dijo que cuando los transgresores emprendieron la huida, él voceó que se trataba de un atraco, pero no hubo persecución inmediata contra ellos, hasta que una patrulla de la Policía que al ser enterada momentos después, realizó un rastreo sin éxito en el perímetro.
“Yo botaba sangre por la nariz, escupía sangre, aun así acudí a reportar el ataque al destacamento policial de Villa Francisca, y posteriormente me llevaron al hospital Darío Contreras, donde debí esperar un largo tiempo sin que recibiera las atenciones requeridas”, manifestó Lázaro.
Dijo que con 25 pesos que le proporcionaron los agentes policiales pudo llegar hasta su casa, donde sus familiares lo condujeron a un centro asistencial privado, luego de que los médicos del Darío Contreras se negaran a atenderlo alegando que solo reciben pacientes de escasos recursos.
Medina quiso probar que él y su familia carecían de recursos, pero la confesión del periodista de poseer un seguro médico fue el argumento que los médicos expusieron para no prestar la atención requerida en ese momento.
Autor: LUIS BRITO