El asesino de la cabaña rumbo a la carcel por un año

La jueza de la Cámara de Apelación de Distrito Judicial de Santiago revocó este jueves la orden de libertad bajo fianza a favor de Pedro Luís Báez Sánchez, acusado de asesinar de una puñalada a una joven dentro de una cabaña, el pasado 16 de junio.

A Báez Sánchez le fue variada la medida de coerción de libertad bajo fianza a prisión preventiva, razón por la cual seguirá preso ya que la fiscal, de Santiago, Berenice Reynoso, no acató la orden de libertad, inconforme por la medida de otra juez, de liberarlo por entender que el crimen no fue un delito grave que ameritaba prisión.

En ese sentido, el acusado deberá cumplir un año de prisión preventiva por orden de la magistrada Josefa Disla, quien encontró elementos probatorios suficientes para mantener en prisión al hombre al que se acusa de asesinar a puñaladas a Gleiry María Muñoz Gómez, con quien se hallaba junto a sus tres hijos en las “Cabañas El Palmar”, de la comunidad de Arenoso, en Santiago.

La variación de la medida provocó algarabía y júbilo entre familiares de la joven y de grupos feministas de Santiago que se apostaron vigilantes, en las afueras del Palacio de Justicia, en tanto que otros abuchearon al juez Gabriel Marchena, quien ordenó la libertad del acusado.

La decisión del juez Marchena de ordenar la libertad con fianza por el pago de un RD$1.5 millones indignó a familiares y grupos como el Movimiento Vida sin Violencia, el Ministerio de la Mujer y el Núcleo de Apoyo a la Mujer, cuyas dirigentes consideraron que la orden fue dolosa e irresponsable del magistrado.

Asimismo, motivó fuertes y críticos comentarios de diversos medios de comunicación, incluyendo El Nuevo Diario.

La fiscal de Santiago ordenó que el homicida también sea sometido a la justicia por las amenazas mediante llamadas telefónicas que hizo al esposo de la víctima, Francisco Antonio Fabián Sánchez, según informó la magistrada, quien aseguró que mediante investigación se determinó que habría sido Báez Sánchez el autor de esas llamadas.

Antes de que su esposa fuera asesinada, Fabián Sánchez se querelló unas cinco veces por las llamadas que recibía.