Julio Vasquez.

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viernes, 1 de julio de 2011

Dudan de la mucama que denunció a Strauss Kahn



La Fiscalía no confía en las declaraciones de la empleada de hotel que lo acusó de supuesta violación. Podrían desestimar cargos. El ex director del FMI comparece esta tarde ante el tribunal de Nueva York

La causa penal contra el ex jefe del FMI Dominique Strauus-Kahn, acusado de agresión sexual, parece que está a punto de caerse.



Según The New York Times, los fiscales no se fían del testimonio de la presunta víctima de Strauss-Kahn. Consideran que la mujer de Nueva Guinea ha mentido en varias ocasiones desde que comenzó a declarar ante la Justicia.

El diario estadounidense, que cita dos fuentes no identificadas conocedoras del caso, indica que aunque las pruebas forenses encontraron evidencias claras de un encuentro sexual, los fiscales no creen en la versión de la mujer, que desde que interpuso la denuncia el pasado 14 de mayo se ha contradicho en su relato.
Los fiscales comparecen este viernes en la Corte, al igual que Strauss-Kahn, quien reaparece ahora aunque su siguiente audiencia estaba programada para el 18 de julio. La Fiscalía puede que reconozca que "tienen problemas con el caso", en contraste con la anterior confianza de acero que tenían con respecto al testimonio de la mucama.

Se espera que en la audiencia de este viernes el juez Michael Obus considere un cambio en las condiciones de la fianza que permitió a Strauss-Kahn -que está en libertad bajo arresto domiciliario-, salir de la cárcel con vigilancia las 24 horas y una pulsera en el tobillo.

Las revelaciones podrían significar un extraordinario giro para el ex director del FMI, hasta el punto de ser revisada su prisión domiciliaria.

El periódico dijo que funcionarios policiales sospechan de la camarera de hotel de 32 años por sus supuestos vínculos con negocios de lavado de dinero y tráfico de drogas.

Varias personas hicieron depósitos en efectivo por alrededor de 100.000 dólares en la cuenta bancaria de la acusadora durante los últimos dos años.

Además, los fiscales habían grabado conversaciones en las que la empleada discutía con uno de esos individuos el pago por las acusaciones de asalto sexual.

Strauss-Kahn, de nacionalidad francesa, negó los siete cargos que incluyen el intento de violación de la mujer y agresión sexual cuando ella vino a limpiar su habitación en un lujoso hotel de Manhattan.