El pasado año, Fefita La Grande se quedó haciendo “bembita” porque no recibió el Gran Soberano, la máxima distinción que recibió este año de manos del presidente de la Cervecería Nacional Dominicana, Franklin León y del periodista Jorge Ramos, presidente de la Asociación de Cronistas de Arte, entidades que anualmente reconocen la labor de los artistas nacionales e internacionales, y que tuvo como escenario al Teatro Nacional.
“Es verdadero honor, estoy feliz y contenta de entregarle este premio a República Dominicana”, dijo Fefita al invitar al empresario Vidal Cedeño al escenario.
La emblemática merenguera típica fue favorecida ayer con los votos de los integrantes de la junta directiva de Acroarte y la de los miembros del Consejo de Asesores, integrado por los expresidentes del gremio periodístico para convertirse en la gran ganadora de la gala con la que Acroarte celebró los 32 años del premio en el marco de la producción de Edilenia Tactuk.
Manuela Josefa Cabrera, oriunda de Santiago Rodríguez, celebra este año doblemente, pues la pasada semana, el productor artístico Vidal Cedeño presentó en el Teatro United Palace de Nueva York el espectáculo 50/20, con el que festejó el cincuenta aniversario de Fefita La Grande en la escena y los 20 años de Raymond Pozo y Miguel Céspedes.
De su trayectoria
La reconocida merenguera típica se ha destacado por su propuesta musical, en la que juega con lo tradicional, y explora lo más rural del género. Es, junto a figuras como Tatico Henríquez, Pedro Reinoso, Rafaelito Román, Francisco Ulloa o el Cieguito de Nagua, una de las grandes exponentes de la música popular, cuyo trabajo fue inspirado en el legendario Guandulito.
Fefita La Grande, ejecutante del acordeón, es una sobreviviente del cáncer de seno, e inició su carrera a mediados de la década del cincuenta, cuando tenía 12 años.
Del show
El espectáculo comenzó a las 9:00 p.m., iniciando con el segmento “La Gran Noche”, en el que los presentadores Cheddy García e Irvin Alberti asumieron su rol en medio de un montaje coreográfico, que segundos después le abrió paso acertadamente a la presentadora de televisión Milagros Germán, quien irrumpió en la sala para “pedir un chance” para que le dejaran interpretar un trozo de la acción “Pueden decir”. El show tomó ritmo, sin embargo, el extenso diálogo entre Cheddy García e Irvin Alberti le restó un poco de movimiento.
La fiesta comenzó a tomar cuerpo con la presencia en la escena del segmento urbano, a cargo de Sharlene Taulé, Nacho y Mozart La Para. La coreografía integró a los artistas, quienes lograron conectar con el público del inmediato, al interpretar “Toy enamorao”.
Al concluir la actuación, Sharlene Taulé se convirtió en el hilo conductor de la participación de los urbanos, al anunciar la presencia en la escena de la banda colombiana ChocQuib Town. Los sonidos caribeños y de las fusiones siguieron con la banda cubana “Gente de Zona”, con una presencia fugaz con la interpretación de su tema “La gozadera”.
Las emociones comenzaron a darle un poco más de calor a la noche cuando se anunció que la cantante Diomary La Mala se alzó con su primera estatuilla, en la categoría de “Cantante del año”. Su llanto por poco evita que hablara, al recoger el galardón junto a su pequeño hijo. “Vale la pena creer en Dios... gracias a todos los que creyeron en mí, a todo mi equipo de trabajo”, dijo al momento en que le tocaban la campana al extenderse del tiempo.
El espectáculo continuó con la presencia de los artistas Gabriel y Mark B. El primero nominado como artista revelación, y el segundo quedó fuera de las nominaciones. Al junte pudo habérsele sacado un poco más de ritmo.
En medio del espectáculo que tuvo una acertada escenografía, unos que otros ganadores encendieron al público. Sobresalió la participación del productor de televisión Juan Carlos Alvelo, quien se alzó con el premio de Especial de temporada por su producción “Trayectoria”.
Al recibir el galardón lo dedicó a la comunidad LGBT. “Se puede ser honesto, serio y homosexual... gracias a todo mi equipo, a mi madre que creyó en mí cuando le dije que haría televisión”, sostuvo Alvelo, quien sin duda impactó más allá de la sala del Teatro Nacional.
Tributo, 30 años después
La orquesta The New York Band subió a escena, y sus antiguos fundadores, Cherito, Franklin, Tony, Alexandra, e Irisneyda echaron mano parte del repertorio de éxito del merengue que hace tres décadas brilló en la ciudad de Nueva York y en República Dominicana.
Pero en el homenaje no podía faltar el presentador de televisión Domingo Bautista, quien por largos años usó música del grupo en sus programas de televisión. Al final se armó tremenda fiesta, que paró de los asientos al público, mientras en las redes sociales saludaban la iniciativa de Acroarte.
Mariasela Álvarez recordó que tiene 25 años de carrera, y agradeció al país porque no se olvidó cuando se marchó a España. Dedicó el trofeo a sus hijos, a los que les dijo que siempre se puede volver a comenzar.
Al despedir a Mariasela, a Francisca Lachapelle por poco se le sale un seno, al simular un desmayo en los brazos de Eddy Herrera.
Problemas de sonido dieron la nota discordante en algunos momentos de la gala, e incluso se leyó una categoría por otra.
El show continuó con la actuación de Shadow Blow, quien sin duda hizo una buena apuesta.
Michael Miguel ganó como animador, y cuando subió calentó la sala al proclamar que desde el 1980 es animador, y que desde “Hoy nadie recibirá esa estatuilla”. Lo que provocó una reacción airada de Frederick Martínez, quien portaba el trofeo que ganó el pasado año, y le vociferó palabras que no se escucharon en la televisión.
Ilegales
Como lo adelantó Vladimir Dotel, líder de Ilegales, literalmente rompieron el escenario con su celebración de aniversario. Sin desperdicios.
Póstumo
Jorge Ramos anunció el segmento de homenaje póstumo, lamentando el fallecimiento del Héroe Nacional, Antonio Imbert Barrera.
Luego salió al escenario Maridalia Hernández, y mientras cantaba se proyectaron imágenes de artistas y personalidades vinculadas al entretenimiento que fallecieron.
El homenaje a Joseíto Mateo, a cargo de José Alberto El Canario y Gilberto Santa Rosa fue acertado, y celebraron el 60 aniversario de su debut en la televisión.
El espectáculo cruzó la frontera de la medianoche, y seguirá como tarea pendiente, igual tener una estrategia para mantener la sala llena.
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