El proyecto de ley sobre el suicido asistido del gobierno de Canadá, calificado por los obispos canadienses como una afrenta a la dignidad humana, ha sido enviado al Senado, último paso antes de ser aprobada. La legislación del gobierno canadiense el suicidio asistido, que los obispos de la nación describen como «fundamentalmente injusta» y una «afrenta a la dignidad humana», pasan fácilmente tercera y última lectura en la Cámara de los Comunes el martes y fue enviada al Senado para su aprobación final.
(InfoCatólica) El proyecto, cuyo nombre técnico es C-14, fue aprobado por la Cámara de los Comunes en una votación en la que recibió 186 votos favorables y 137 en contra.
Según el Catholic Register, el gobierno canadiense decidió finalmente no incluir en la ley el suicidio de menores de edad, ni el de personas con demencias incapacacitantes que hubieran pedido la eutanasia antes de perder completamente la razón, aunque no se descarta que dentro de unos meses se revisen ambas opciones.
Diversos senadores, sin embargo, han manifestado su intención de presentar enmiendas al texto, porque a pesar de que el mismo protege la objeción de conciencia del personal sanitario que no quiere participar en los suicidios asistidos, no hace lo mismo con las instituciones religiosas que dan prestaciones sanitarias.
El Tribunal Supremo de Canadá dio de plazo hasta el 6 de junio para regular la eutanasia, en una sentencia que la prohibía hasta que se produjera dicha regulación.