El papa Francisco advirtió hoy que la Iglesia no necesita «dinero sucio» y aseguró que a los benefactores que pretenden llevar una «oferta fruto de la sangre de gente explotada, maltratada, esclavizada, con trabajo mal pago».
(AICA) Durante la audiencia general en la Plaza San Pedro, el pontífice improvisó unas palabras paracuestionar la actitud de aquellos que se dicen católicos, pero explotan y esclavizan al prójimo.
«Pienso en algunos benefactores de la Iglesia, que vienen a donar su ofrenda a la Iglesia, ¡y su ofrenda es fruto de la sangre de tanta gente maltratada, esclavizada, mal pagada en el trabajo!», puntualizó.
«A ellos, les digo: por favor, retoma tu cheque y quémalo. El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, no necesita dinero sucio, sino corazones abiertos a la misericordia de Dios», sostuvo.
Socorrer a los refugiados
El Papa exhortó también a buscar justicia y pidió socorrer al oprimido, al reflexionar sobre el libro del profeta Isaías.
«Rindan justicia al huérfano, defiendan la causa de la viuda, piensen en tantos refugiados que desembarcan en Europa y no saben dónde ir», reclamó.
Francisco afirmó que si se cumplen las obras de misericordia, entre ellas el socorro a los refugiados, entonces «los pecados se harán blancos como la nieve».
«Esto es el milagro de la misericordia de Dios, y nuestros pecados se harán blancos como la nieve y cándidos como la lana, y los pueblos podrán vivir en paz», subrayó.
«La misericordia de Dios es ofrecida a todos y estas palabras del profeta valen también hoy para todos nosotros que estamos llamados a vivir como hijos de Dios», concluyó.