El papa emérito Benedicto XVI «se está apagando lenta y serenamente como una vela», reconoció en una entrevista publicada el jueves su secretario privado monseñor Georg Ganswein. El papa alemán tiene dificultades para caminar y «usa un andador» para movilizarse, precisó el prelado. El padre Lombardi ha aclarado, no obstante, que «no hay ninguna novedad o un empeoramiento de su salud».
(Agencias) Benedicto XVI, que celebrará en abril 89 años de edad, «se está gradualmente apagando, como ocurre a muchas personas», añadió el religioso, quien fue su secretario durante los ocho años de pontificado, hasta febrero del 2013, cuando renunció inesperadamente tras una ola de escándalos y presiones.
«Está sereno, en paz con Dios, consigo mismo y con el mundo. Se interesa por todo y mantiene su fino y sutil sentido del humor», recalcó.
El todavía portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, precisó más tarde que «No hay motivo de preocupación, ninguna novedad, no hay un riesgo especial o un empeoramiento de su salud». «Cualquiera puede ver que conforme pasa el tiempo se vuelve cada vez más frágil y está en un punto en que está perdiendo las fuerzas», añadió Lombardi.