Julio Vasquez.

Radio Renacer

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viernes, 25 de marzo de 2016

En los últimos cinco años, la Iglesia Católica Dominicana ha hecho hincapié en criticar las actuaciones de la Justicia y los políticos, así como la inequidad social.

 
La reflexión enmarcada en las siete últimas palabras que pronunció Jesucristo, de acuerdo con los evangelios incluidos en la Biblia, ha servido de vehículo no solo para llevar un mensaje religioso, sino también para apelar a circunstancias de actualidad social. En nuestro país este evento central de la Semana Santa ha centrado sus llamados en los últimos cinco años a la crítica de la impunidad, la corrupción y la inequidad.
Dentro de estos temas generales, los sacerdotes encargados de ese mensaje del Viernes Santo, que se transmite por televisión y radio, han incluido denuncias específicas tanto desde hechos y temas de relevancia mediática, como reclamos relacionados con la teología y el dogma católico.
2011: abusos de grupos de poder
En el 2011, los pastores católicos centraron su mensaje en el comportamiento de los grupos poderosos y “el tráfico de influencia que estos alimentan”. Un señalamiento en el que también sumaron la actuación de la Iglesia Católica frente a “los abusos contra la mayoría desde los grupos de poder”.
En este reclamo señalaron a las universidades católicas, a las que acusaron de “estar más en función de mejorar y hacer crecer las empresas de los tradicionales y grandes grupos económicos, que en el desarrollo humano y social de nuestras gentes”; a los medios de comunicación “dominados por la autocensura cuando se trata de afectar a los intereses de fuertes grupos económicos que se comportan como verdaderos dueños del país”.
También trataron la impunidad de la justicia dominicana, en la que afirmaron se “condena a los inocentes y se liberan a los culpables”; y el aumento de la delincuencia, en la que incluyeron las acciones de los policías en atracos y hechos delictivos.
2012: irresponsabilidad de los gobernantes
En este año las críticas fueron dirigidas a la administración del Estado, considerando que los males sociales tenían su origen en la irresponsabilidad de los gobernantes. Este reclamo se concentró en la corrupción, la falta de equidad, salud, educación y otros servicios básicos de la población, haciendo referencia a la falta de castigo a los delitos de “cuello blanco”.
Uno de los sacerdotes también reclamó la aplicación de la inversión del 4% del presupuesto a la Educación. En ese momento se encontraba en su apogeo el movimiento civil que exigía el cumplimiento de este requerimiento de ley, que no fue acogido hasta la llegada al gobierno del presidente Danilo Medina, en agosto de 2012.
En esa ocasión se tocó el tema migratorio. El sacerdote Martín Lenk acusó a la Dirección General de Migración de mantener medidas ilegales en contra de nacionales haitianos.
2013: JCE y negación de documentos
Para el sermón de este año los señalamientos fueron dirigidos a la Junta Central Electoral (JCE) por no entregar los documentos de identidad “a más de 20 mil dominicanos de origen haitiano”, un tema que entraría a la atención mediática con mayor auge luego de la sentencia 168-13 sobre la adquisición de la nacionalidad dominicana emitida por el Tribunal Constitucional en septiembre de ese año.
También atacaron la propuesta de legalizar el aborto en tres causales (malformación fetal, violación y cuando la vida de la madre esté en peligro), la campaña publicitaria de educación sexual de Profamilia, aunque evitaron pronunciar el nombre de esta ONG, la corrupción y defender los recursos naturales.
2014: contra la vulgaridad en los medios
En el sermón puso su atención a la “vulgaridad, grosería e indecencia” de la música y programas de televisión y radio, a lo que atribuyeron promover “la drogadicción, la violencia machista, el narcotráfico, la delincuencia y la sexualidad como instrumento de placer sin amor”.
Uno de los siete sacerdotes llamó además a la conversión de los medios de comunicación al considerar que “se venden al mayor postor’’, alimentando el sensacionalismo sin importarles la ética.
Además, criticaron a las autoridades de no querer actuar en contra de estos males al preferir no pagar “un costo político”.
2015: justicia e impunidad
Aunque de una u otra manera las críticas de los sacerdotes en el sermón de las Siete Palabras en años anteriores se hacía referencia siempre al tema de la justicia y la impunidad, en el 2015 se hizo un hincapié al tema, a raíz de los autos de No ha Lugar en el caso de Félix Bautista y del alcalde por San Francisco de Macorís, Félix Rodríguez. El primero acusado de corrupción y lavado de activos y el otro de desfalcar con 400 millones de pesos al municipio.
“Desprotegidos se sienten también los ciudadanos, al ver un sistema de justicia corrupto, que condena al inocente y absuelve al culpable. Aquí solo recibe cárcel el ciudadano de a pie que no tiene ningún tipo de influencias o dinero para un soborno”, manifestó el sacerdote Mario de la Cruz Campusano.
En este sermón se reiteró como en otros años la delincuencia relacionado con los policías y militares.

El tema educación también estuvo presente. El padre Juan Bautista Cordero pidió en esta ocasión enfocar la inversión en esta área en la formación de docentes y no solo en la construcción de escuelas.