Julio Vasquez.

Radio Renacer

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lunes, 11 de febrero de 2013

Lluvia de bendiciones se recibieron ayer en evento organizado por la Parroquia Santa Angela Merichi

En el dia de ayer domingo se llevó a cabo en el Auditorium del Cardinal Hayes High School, del condado del Bronx, la Gran Jornada de Fe y Santidad, organizada por la parroquia Santa Angela Merichi y que trajo directamente desde Panamá al conocido predicador Internacional Padre Teofilo Rodriguez, quien utilizando un lenguaje sencillo nos habló de lo importante que resulta que cada cristiano se mantenga dentro de nuestra Iglesia Católica a pesar de las cuestiones negativas que puedan darse dentro de ella. Refiriendose al año de la fe, dice que es urgente que todos pongamos nuestro granito de arena para que el evangelio se expanda. Al referirse a las violaciones de niños por parte de sacerdotes y hablando de una manera energica culpó a muchos que desde el principio protegieron a esos jovenes seminaristas que enfrentaban esos problemas, pero aclaró que ellos mismos tendrán que dar sus cuentas al creador y que las mismas son personales.  Es importante resaltar la energia y la sabiduria mostrada por el padre Teofilo para mantener atentos a más de mil trescientas personas que se dieron cita para este magno evento que tambien contó con la participación de los sacerdotes de la parroquia Santa Angela Mecrichi: Nestorio   y  John Kalungi. Ambos son responsables del crecimiento espiritual en el Condado del Bronx.

En la parte artistica todo fue un derroche de bendiciones donde participaron los más connotados entre ellos: Carlos Fabian, Luis Bare, y Wilfredo Ortiz.. La animación estuvo en los hombros de dos jovenes talentos que forman parte de la membresia de la Parroquia Santa Angela Merichi, mientras que el Espiritu Santo se encargó de dar luz y mucha paz a todos los presentes, pues en el momento que el Santisimo era paseado por el lugar se sentia una presencia divina y como dice la canción de Wilfredo Ortiz realmente no sabemos que ocurrio lo cierto es; que la Iglesia subió o el Cielo bajó, pero miles de angeles adornaban ese lugar.

Escrito por Julio Vásquez.