En el año 2005 escribí un artículo con el título “Si Duarte Volviera”, me remonté a ese escrito y al leerlo, tal como tendrán la oportunidad ustedes de hacerlo, ya que lo citaré, no íntegro por cuestión de espacio, pero si ciertos párrafos del mismo; me percaté que hoy se continúan dando de muchas instituciones que son las primeras que están llamadas a elevar el buen nombre y acciones de nuestro patricio, pero no solamente realizando eventos y actividades, sino con el comportamiento y actitudes ante sus demás conciudadanos o a quienes se suponen representan ante un cargo o posición pública a las grandes mayorías.
Ver lo que supone una afrenta para cualquier dominicano y dominicana, como lo fue la firma del contrato, “no leído”, con la empresa minera Barry Gold. Que hoy estemos pidiendo la revisión era algo lógico desde sus inicios, sin embargo, hoy al parecer, existen condiciones políticas que han cambiado que han permitido que aquellos y aquellas legisladoras que santificaron ese convenio, puedan hoy ver, donde no vieron hace unos años.
O lo que está detrás de la Loma Miranda, son cosas como para pensar que los intereses están nuevamente por encima de la Patria, como sucedía en aquella época de los deseos de anexionismo, al parecer siempre existirán esos y esas, que estén dispuesto a firmar y a levantar sus “corroboros” para santificar cosas y males en contra del beneficio de la colectividad, de la nación y de la Patria.
Pero no solamente en ese ámbito que hemos mencionado, me llamó la atención el artículo de referencia, sino por la manera en que aquellos y aquellas que están llamados a velar por los intereses comunes de cada “res o cosa pública”, simplemente van a los cargos a realizar negocios privados con las actividades del Estado.
El artículo que les indico, da la impresión que fue escrito en este mes y año, porque simplemente la práctica politiquera, la corrupción, la impunidad, la desfachatez y el irrespeto, han ido creciendo y nada ha cambiado en ese sentido.
El artículo indica lo siguiente y cito: “A diferencia de muchas de esas naciones la República Dominicana, dentro de esa descomposición social que nos ha ido arropando hemos incluido la desvalorización de nuestros ideales y fundamentos que hicieron de esta nación, un suelo libre e independiente”.
“Los hechos combinados que ocurrieron donde un delincuente fue vitoreado y escoltado por una parte de la ciudad capital, envuelto en la bandera dominicana;” “un legislador, un supuesto representante de la sociedad y Vice -Presidente del Senado, que asegura y afirma que sus exoneraciones las ha vendido todas, incluyendo la que corresponde al vehículo donde andaba el señor Quirino Castillo”; “el legislador que fue atrapado traficando con ciudadanos chinos y que se ha burlado de la justicia, no es capaz de recibir el rechazo de sus compañeros de partido ni de curul”; “y el caso de personas solicitando la libertad de quien hoy resulta un imputado del cargamento de cocaína más grande que se ha podido atrapar en el país”. “Es cierto que han ocurrido cosas iguales o peores que las mencionadas, lo preocupante es la frecuencia y la gravedad con que están ocurriendo los mismos y la indiferencia de ciertas autoridades e instituciones para cuestionar todo ello”.
“Cada vez es más notorio que la conmemoración del natalicio de Duarte y de otras fechas y en esa misma vertiente todos aquellos llamados a asumir posiciones o funciones públicas no hacen honor a hombres como él, Luperón, Caamaño, Manolo Tavárez, y las Mirabal, ejemplos de hombres y mujeres que lucharon y ofrecieron sus vidas esperando que se disfrutara de una sociedad donde hubiera un estado de derecho en que se respetaran las instituciones;” “lucharon por la integridad del hombre;” “un lugar donde las leyes estuvieran por encima de todos y de todo; “una tierra donde se llegarán a castigar todos aquellos que de alguna u otra manera cometiesen actos reñidos con la ley”.
“Estamos seguros de que si Juan Pablo Duarte volviere del más allá, preferiría enterrarse de nuevo, ya que la forma como se está desenvolviendo la sociedad dominicana, no va de acuerdo con el pensamiento de un patriota como lo fue él y todos aquellos que han muerto por el mismo ideal”.
Pienso que la realidad plasmada en parte del escrito ya citado y al que he hecho referencia, es fiel a lo que vivimos hoy, ocho años después, se ha ido creando una mayor descomposición social en todos los niveles. Lo que no se puede seguir permitiendo es dejar que crezca la indiferencia y la iniquidad ante las cosas que pasan ante nuestros ojos, porque no son peores los que conllevan el mal, sino los que somos más que sigamos permitiendo que esto siga sucediendo y no tomar palabra y asumir posiciones. No podemos seguir permitiendo que el desorden y el caos sea lo que determine la forma de proceder en esta sociedad.
La mejor manera para demostrar amor a la Patria de Duarte es defenderla ante cualquier asomo de perjuicio a las grandes mayorías. Tratar que nuestras acciones y conductas sean acorde en nuestros roles y posiciones lo que se supone debemos hacer de manera correcta y no pensar en que todo está perdido o hacernos indiferentes porque otros asumen tal posición. Cada quien debe asumir su responsabilidad ante el rumbo que va tomando esta sociedad. Debemos recurrir al amor de los buenos y buenas dominicanas que aún les duele lo que hoy sucede y aquellos que demuestran su amor por la Patria con sus acciones y actitudes y no con poses y palabras.
Lic. Jordi Veras.