BUENOS AIRES, AP. Una argentina se casó hoy con el hombre
acusado de asesinar a su hermana gemela, que por ese crimen cumple una condena
de 13 años de prisión.
Edith Casas, de 23 años, se unió en una ceremonia civil en Pico Truncado, en la provincia sureña de Santa Cruz, con Víctor Cingolani, de 28 y considerado culpable del asesinato en 2010 de Johana Casas.
La novia llegó al registro civil de esa localidad patagónica minutos antes del novio, que fue recibido con insultos por algunos vecinos, según pudo verse en imágenes transmitidas por canales de televisión.
Cingolani pudo salir de la cárcel cercana a Pico Truncado para celebrar el Día de los Enamorados su casamiento, resistido por la madre de las gemelas, que sostiene que su hija Edith está dominada por el recluso.
Después de la ceremonia, que duró una media hora, el hombre fue llevado de nuevo la unidad penitenciaria donde cumple su condena. Vecinos de Pico Truncado arrojaron piedras y huevos contra la sede del registro civil una vez que terminó el casamiento y una persona quedó detenida por la policía.
El juez que casó a la pareja, Luis Antinao, dijo a los periodistas que los dos jóvenes expresaron palabras “emotivas” durante la ceremonia y que ésta última transcurrió normalmente, sin sentir que estuviera casando a un condenado a prisión.
Antes de contraer matrimonio, Cingolani dijo sentirse muy enamorado de su ahora esposa y anunció que ambos desean tener un hijo, en declaraciones al canal Todo Noticias. El hombre niega haber cometido el asesinato y ha apelado su condena de primera instancia ante un tribunal.
Cingolani dijo que empezó a relacionarse con Edith en 2007, tiempo después de terminar su noviazgo con Johana. “Cuando mataron a Johana (en 2010) yo estaba con su hermana. Hacía seis meses que no la veía (a la víctima), ni me la cruzaba en el pueblo...Me duele que esté muerta, nadie se merece que lo maten”, sostuvo.
Afirmó que quiere justicia. “No soy un asesino”, subrayó. Señaló al respecto que “todas las pruebas recaen en otra persona” y que él terminó procesado porque “era el ex novio y me agarraron a mí”.
Afirmó además a partir de este día su vida seguirá normalmente con el trabajo que realiza en el penal donde cumple su condena. En tanto, días antes de contraer matrimonio, Edith Casas defendió la inocencia de Cingolani en declaraciones a la radio FM Nueva Generación de Pico Truncado.
Además la joven criticó a su familia y acusó del crimen a Marcos Díaz, un vecino de la localidad que al parecer era pareja de su hermana cuando ocurrió el asesinato.
El cuerpo de Johana Casas fue encontrado con dos tiros en el pecho en un descampado de Pico Truncado. Por el crimen la policía detuvo a Cingolani y a Díaz, pero este último quedó en libertad por falta de pruebas.
Después, un ADN realizado en una colilla de cigarrillos encontrada en el lugar del crimen incriminó a Díaz, quien decidió entregarse luego de que la justicia ordena su captura. Ahora está detenido y a la espera de un juicio.
La madre de las gemelas, Marcelina del Carmen Orellana, interpuso en diciembre un recurso judicial para impedir la boda por considerar que su hija Edith no estaba en condiciones psicológicas normales.
La justicia sometió a la joven a pericias psiquiátricas y determinó que estaba capacitada para casarse. Orellana dijo el jueves a la prensa que no puede entender la decisión de su hija.
“Siempre sostuve que está amenazada por la familia Cingolani; temo que le pueda suceder algo, porque él es un asesino y manipulador”. Según medios de prensa, al poco tiempo de finalizar su relación con Cingolani, Johana empezó a salir con Díaz, y se fue a vivir con él.
A la semana de convivir, ambos fueron a una fiesta y una hora después de dejar el lugar la joven fue asesinada.
Edith Casas, de 23 años, se unió en una ceremonia civil en Pico Truncado, en la provincia sureña de Santa Cruz, con Víctor Cingolani, de 28 y considerado culpable del asesinato en 2010 de Johana Casas.
La novia llegó al registro civil de esa localidad patagónica minutos antes del novio, que fue recibido con insultos por algunos vecinos, según pudo verse en imágenes transmitidas por canales de televisión.
Cingolani pudo salir de la cárcel cercana a Pico Truncado para celebrar el Día de los Enamorados su casamiento, resistido por la madre de las gemelas, que sostiene que su hija Edith está dominada por el recluso.
Después de la ceremonia, que duró una media hora, el hombre fue llevado de nuevo la unidad penitenciaria donde cumple su condena. Vecinos de Pico Truncado arrojaron piedras y huevos contra la sede del registro civil una vez que terminó el casamiento y una persona quedó detenida por la policía.
El juez que casó a la pareja, Luis Antinao, dijo a los periodistas que los dos jóvenes expresaron palabras “emotivas” durante la ceremonia y que ésta última transcurrió normalmente, sin sentir que estuviera casando a un condenado a prisión.
Antes de contraer matrimonio, Cingolani dijo sentirse muy enamorado de su ahora esposa y anunció que ambos desean tener un hijo, en declaraciones al canal Todo Noticias. El hombre niega haber cometido el asesinato y ha apelado su condena de primera instancia ante un tribunal.
Cingolani dijo que empezó a relacionarse con Edith en 2007, tiempo después de terminar su noviazgo con Johana. “Cuando mataron a Johana (en 2010) yo estaba con su hermana. Hacía seis meses que no la veía (a la víctima), ni me la cruzaba en el pueblo...Me duele que esté muerta, nadie se merece que lo maten”, sostuvo.
Afirmó que quiere justicia. “No soy un asesino”, subrayó. Señaló al respecto que “todas las pruebas recaen en otra persona” y que él terminó procesado porque “era el ex novio y me agarraron a mí”.
Afirmó además a partir de este día su vida seguirá normalmente con el trabajo que realiza en el penal donde cumple su condena. En tanto, días antes de contraer matrimonio, Edith Casas defendió la inocencia de Cingolani en declaraciones a la radio FM Nueva Generación de Pico Truncado.
Además la joven criticó a su familia y acusó del crimen a Marcos Díaz, un vecino de la localidad que al parecer era pareja de su hermana cuando ocurrió el asesinato.
El cuerpo de Johana Casas fue encontrado con dos tiros en el pecho en un descampado de Pico Truncado. Por el crimen la policía detuvo a Cingolani y a Díaz, pero este último quedó en libertad por falta de pruebas.
Después, un ADN realizado en una colilla de cigarrillos encontrada en el lugar del crimen incriminó a Díaz, quien decidió entregarse luego de que la justicia ordena su captura. Ahora está detenido y a la espera de un juicio.
La madre de las gemelas, Marcelina del Carmen Orellana, interpuso en diciembre un recurso judicial para impedir la boda por considerar que su hija Edith no estaba en condiciones psicológicas normales.
La justicia sometió a la joven a pericias psiquiátricas y determinó que estaba capacitada para casarse. Orellana dijo el jueves a la prensa que no puede entender la decisión de su hija.
“Siempre sostuve que está amenazada por la familia Cingolani; temo que le pueda suceder algo, porque él es un asesino y manipulador”. Según medios de prensa, al poco tiempo de finalizar su relación con Cingolani, Johana empezó a salir con Díaz, y se fue a vivir con él.
A la semana de convivir, ambos fueron a una fiesta y una hora después de dejar el lugar la joven fue asesinada.