Cuando la fallecida agente literaria de Mario Vargas Llosa, Carmen Balcells, tuvo en sus manos “Cinco esquinas” le espetó: “quiero que Isabel -Preysler- me ponga en relación con el Hola”, reveló hoy el “muy enamorado” autor en el multitudinario acto de presentación de su última novela.
En conversación con Montserrat Domínguez, y tras la lectura de las primeras páginas de la novela a cargo de Aitana Sánchez-Gijón, Vargas Llosa desveló en el Círculo de Bellas Artes algunas de las circunstancias de la creación de la novela y sus claves.
El peruano llegó acompañado de Isabel Presysler, su actual pareja, y de una nube de fotógrafos al Salón de Columnas del Círculo, en el que decenas de admiradores y amigos, como Ana Botella o Elena Benarroch, han ocupado todas los asientos disponibles.
El Nobel, que cumplirá el 28 de marzo 80 años, se ha reconocido muy querido por sus amigos, que le han organizado varias celebraciones en su honor, además de “muy enamorado” y lo ha repetido en dos ocasiones.
“Tengo montones de proyectos, no tendré tiempo para materializarlos. Trabajo tengo para rato, a ver si tengo vida también”, deseó.
El autor contó sobre el proceso de edición de su última novela que cuando se reunió con Balcells, dueña de “un carácter terrible, que o la matabas o hacías lo que ella te ordenaba”, la catalana le pidió que Preysler le pusiera “en relación” con el Hola (la revista) -no ha aclarado por qué ni para qué- a lo que él respondió “que no”, “que se lo prohibía”.
“Ella me dijo, ‘tú dedícate a escribir y a mí déjame, que yo sé de mi trabajo’”, añadió con resignación el autor, que se ha mostrado seguro de que España “un día” rendirá a la agente literaria “el homenaje que se merece”.
La idea inicial de “Cinco esquinas”, apuntó, era el uso escandaloso del amarillismo por el Gobierno de Alberto Fujimori, instrumentado por su mano derecha, Vladimiro Montesinos, y cómo la maquinaria de una dictadura “tritura” a personajes como uno de los protagonistas, Juan Peineta.
Él mismo, ha dicho, fue víctima de ese “amarillismo” y le “bañaron de mugre”: un programa de televisión llegó a hacer un espacio en el que participaba un psiquiatra y un sociólogo y leían “Elogio de la madrastra” para ilustrar su grado de “depravación”.
Espera, ironizó, que a Montesinos, en la cárcel desde hace años por distintos delitos, “le guste la novela”.
“Cinco esquinas”, que, al contrario de sus otras novelas, tuvo título una vez bien empezada la historia, comenzó siendo “un thriller” y “al final resultó un fresco de la sociedad peruana, desde la cúspide a lo más humilde”.
Igual que “su” Juan Peineta, tiene 79 años aunque está “en mejores condiciones”, incluida la facultad de recordar: “no es que se pierda, es que tienes tal acumulación que la memoria se cansa y se vuelve extraordinariamente selectiva y elimina lo que no es esencial”.
Cuando en 2010 le concedieron el Nobel se propuso “no convertirse en una estatua”, no hacer buena la idea de que ese premio es “una sepultura” y que “ya no hay más que hacer”: “quiero llegar hasta el final, no morirme en vida”, subrayó.
Reveló también que “el día más feliz” de su vida no fue cuando le dieron el Nobel sino cuando Balcells le comunicó que iban a publicar su obra en La Pleiade, algo que sucederá el 24 de marzo.
Le preocupa que gane Keiko
Está, ha dicho, “muy preocupado” ante la posibilidad de que la hija de Fujimori gane las elecciones en perú, “porque entonces los peruanos estarán legitimado la dictadura más corrupta y sangrienta”.
Tampoco le gustaría que el “demagogo, payaso e irresponsable” Donald Trump ganara las elecciones en Estados Unidos ni que en España suceda una “una situación catastrófica” de bloqueo político.
“Cinco esquinas”, como ha recordado la directora editorial de Alfaguara y Taurus, Pilar Reyes, se publicó el 3 de marzo, ya se ha reeditado en dos ocasiones y se han puesto en circulación 200,000 ejemplares en España, América Latina y el mercado hispano de Estados Unidos.EFE