El papa Francisco dijo en la audiencia general que celebró en la Plaza de San Pedro que «Dios ama con un corazón sin fin, que ni siquiera el pecado puede frenar y gracias a Él el corazón del hombre se llena de alegría y de consuelo»
(Aica) Ya en las puertas del inicio de la Semana Santael Santo Padre dedicó su catequesis al consuelo que Dios da a todo hombre y aseguró que Él nunca se cansa de amar.
«Dios no está ausente, ni siquiera hoy en estas dramáticas situaciones. Dios está cerca, y hace obras grandes de salvación para quien confía en Él. No se debe ceder a la desesperación, sino continuar a estar seguros que el bien vence al mal y que el Señor secará toda lágrima y nos liberará de todo temor», afirmó el Papa.
El Pontífice aseguró que Cristo liberó a todo hombre de la esclavitud del pecado, un hecho que se celebrará en la Pascua: «El verdadero y radical retorno del exilio y de la reconfortante luz después de la oscuridad de la crisis de fe se realiza en Pascua, en la experiencia plena y definitiva del amor de Dios, amor misericordioso que dona alegría, paz y vida eterna», señaló.
Comentando el Libro del profeta Jeremías donde habla del consuelo, el Papa explicó que «Jeremías se dirige a los israelitas que fueron deportados en tierra extranjera y preanuncia el regreso a su patria. Esta vuelta es signo del amor infinito de Dios Padre que no abandona a sus hijos, sino que los cuida y los salva».
El papa Francisco alertó que toda persona puede vivir «una especie de exilio cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hacen pensar que fuimos abandonados por Dios».
El Papa recordó que «el profeta Jeremías nos da una primera respuesta». «El pueblo exiliado podrá retornar a ver su tierra y a experimentar la misericordia del Señor».