
Creemos que “el Señor es el único Dios” (Deuteronomio 4, 32 – 40) y afirmamos que ése único Dios, es Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el final del evangelio de San Mateo, (28,16-20), Jesús envió a sus discípulos de esta manera: “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Bautizarse es ser sumergido en el agua. El agua es símbolo de una experiencia. Jesús envió a sus discípulos...