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Quito, 30 sep (EFE).- El Gobierno de Ecuador decretó hoy el estado de excepción en todo el territorio nacional y delegó en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país. El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en una rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno que se declara el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad. La medida obedece al ambiente de conmoción que se registra en el país a raíz de una protesta de policías que las autoridades del Gobierno han descrito como un intento de golpe de Estado.
Además, en medio de la protesta en un regimiento policial en Quito, el presidente del país, Rafael Correa, que está recién operado de una rodilla, se lastimó una pierna y por ello fue conducido a un hospital aledaño, que pertenece a la misma institución, según dijo él mismo a la Radio Pública.
Mera subrayó que los "malos ecuatorianos que han violado la seguridad del Estado y han insultado el uniforme de la Policía nacional (...) serán castigados con todo el rigor de la ley".
Asimismo, señaló que las autoridades correspondientes "tienen que elaborar un plan de contingencia para resguardar la seguridad del jefe del Estado y de toda la ciudadanía".
Lo de menos, dijo Mera, "son los insultos", pues lo más grave es "el atentado a la democracia".
Precisó que el estado de excepción, de momento, no incluye un toque de queda, y remarcó que tampoco se ha suspendido "ninguna garantía constitucional".
"Estamos sorprendidos por esto, que es un golpe de Estado, evidentemente, porque la Policía no tiene ningún motivo para que se subleve", agregó.
"No hay ninguna razón para un malestar, aquí es (hay) un golpe de Estado, que está siendo usado por enemigos del Gobierno, por enemigos de la República", subrayó Mera, que estuvo acompañado por varios ministros.
Además, indicó que varios colaboradores del Ejecutivo se dirigirán al hospital de la Policía para proteger a Correa. EFE
Quito, 30 sep (EFE).- El Gobierno de Ecuador decretó hoy el estado de excepción en todo el territorio nacional y delegó en las Fuerzas Armadas la seguridad interna y externa del país. El secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, dijo en una rueda de prensa desde el Palacio de Gobierno que se declara el "estado de excepción por una semana" y que en ese periodo las fuerzas militares asumirán el control de la seguridad. La medida obedece al ambiente de conmoción que se registra en el país a raíz de una protesta de policías que las autoridades del Gobierno han descrito como un intento de golpe de Estado.
Además, en medio de la protesta en un regimiento policial en Quito, el presidente del país, Rafael Correa, que está recién operado de una rodilla, se lastimó una pierna y por ello fue conducido a un hospital aledaño, que pertenece a la misma institución, según dijo él mismo a la Radio Pública.
Mera subrayó que los "malos ecuatorianos que han violado la seguridad del Estado y han insultado el uniforme de la Policía nacional (...) serán castigados con todo el rigor de la ley".
Asimismo, señaló que las autoridades correspondientes "tienen que elaborar un plan de contingencia para resguardar la seguridad del jefe del Estado y de toda la ciudadanía".
Lo de menos, dijo Mera, "son los insultos", pues lo más grave es "el atentado a la democracia".
Precisó que el estado de excepción, de momento, no incluye un toque de queda, y remarcó que tampoco se ha suspendido "ninguna garantía constitucional".
"Estamos sorprendidos por esto, que es un golpe de Estado, evidentemente, porque la Policía no tiene ningún motivo para que se subleve", agregó.
"No hay ninguna razón para un malestar, aquí es (hay) un golpe de Estado, que está siendo usado por enemigos del Gobierno, por enemigos de la República", subrayó Mera, que estuvo acompañado por varios ministros.
Además, indicó que varios colaboradores del Ejecutivo se dirigirán al hospital de la Policía para proteger a Correa. EFE