Julio Vasquez.

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miércoles, 30 de marzo de 2016

San José, un hombre justo

San José era unos de esos hombres donde el silencio y el obrar,era lo más importante en cuanto a la relación con Dios,para él,cumplir la voluntad de Dios era algo muy significativo que llevarse de la opinión de los demás.
    
En el Evangelio de Mateo 1,19 nos dice que José era justo. No hay muchos datos de José solo que era un descendiente de David (Mt 1,20) no se conocen datos de sus padres. No se conoce su nacimiento, solo que vivía en Nazareth (Lc 2,4)
    
En cuanto a su trabajo solo que era carpintero (Mt 6,3)
    
Este ser justo, según la biblia, ha de ser una persona profundamente religiosa,que tiene una gran Fe en Dios, lo ama, lo honra, y tiene temor hasta de ofenderle. Solo un hombre de la estirpe de José cumple lo que le dice el ángel y no desacredita (Mt 1,20)
    
Todos nosotros como cristiano debemos tener una fuerte de devoción a San José, pues la devoción a María, debe ir acompañada a la devocion de San José, para que el nos enseñe el sentido de justicia y de amor.
   
 El papa Pio IX, en 1870, lo declara patrón de la Iglesia Católica; es que la iglesia no se equivoca cuando ve en este humilde hombre; un hombre de silencio de escucha y gran sentido de humildad, como dice San Pedro Crisólogo, “José fue un hombre perfecto, que posee todo genero de virtudes”
   
 El nombre de José significa en hebreo”el que va en aumento”y así va desarrollándose el caracter de José iba creciendo de “virtud en virtud” hasta llegar a una santidad grande.
    
En una sociedad como la nuestra, que está cada vez menos operante de justicia queremos que tu interceda por este país.
    
“Grorioso San José, maestro de vida interior, padre ejemplar y esposo eminentísimo, con aquella ternura con que miraste al niño Jesus, mira al mundo. Mira las familias,a  los esposos, a los hijos, mira el trabajo.
    
Nos está faltando con urgencia el vino de caña. Los esposos no tienen ya un proyecto común de salvación para sí mismo y para sus hijos. Se debaten en rudas discrepancias que reducen el amor y terminan por abandonar la cruz que los salva.
   
 Escasea en los conyuges la fidelidad, la castidad y el perdón. Los hijos abandonados deambulan por el mundo sin Dios, sin ley, sin amor, sin fe y sin esperanza.
   
 El trabajo en el mundo de hoy es un privilegio de pocos y muchos de los que lo tienen se valen de él para condenarse, desobedeciendo las leyes del amor y la justicia.
   
 San José, patrón de la iglesia. Tú que habitas tan cerca de la Santísima Trinidad por ser jefe y protector de la sagrada familia, pide a Dios que renueve el mundo con la sangre sacrosanta de Jesucristo, tu hijo adoptivo, en el cual tu tienes parte porque le nutriste y sustentaste.
    
Intercede ante Dios para que los hombres lo busquemos, lo hallemos, lo amemos y lo poseamos eternamente. Amen (Novena a San José).

San José Obrero, ruega por nosotros.
Francis LantiguaFrancis Lantigua