El príncipe Jorge, hijo de los duques de Cambridge, fue bautizado ayer en el palacio de St.James's, en Londres, en una ceremonia íntima que reunió a Isabel II y a tres futuros monarcas: Carlos, Guillermo y Jorge.
Sin la atención mediática que rodeó su nacimiento, el pasado 22 de julio, Jorge, tercero en la línea de sucesión al trono británico, recibió las aguas bautismales del río Jordán del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia de Inglaterra, ante la mirada de apenas 22 invitados, incluidos sus siete padrinos.
Los primeros en llegar al templo fueron los padrinos, entre ellos Zara Phillips, nieta de Isabel II, junto a la familia Middleton, seguidos por la Reina y su marido, el duque de Edimburgo; el príncipe Carlos y su mujer, Camilla, y el príncipe Enrique, mientras que del otro lado de la muralla del palacio decenas de turistas y curiosos portaban banderas británicas.
Inmediatamente después se sumaron los duques de Cambridge, con el pequeño Jorge en brazos de su padre.
Con sus mejillas rosadas, regordete y serio, el bebé llevaba un faldón de encaje y satén, réplica del que portó la princesa Real Victoria, hija de la reina Victoria, cuando fue bautizada en 1841.
Esta ha sido la primera vez desde el pasado 23 de julio que el príncipe Jorge es visto en público y es también la primera vez que aparecen juntos Isabel II y los tres futuros reyes.
A la duquesa de Cambridge, de 32 años, se la vio en buena forma, con un traje en color natural de la casa Alexander McQueen y una pamela a juego de la diseñadora Jane Taylor.
Durante la ceremonia religiosa, que fue estrictamente privada y estuvo acompañada por el coro de la Real Capilla de su Majestad, la hermana de Catalina, Pippa Middleton, y el hermano de Guillermo, el príncipe Enrique, leyeron sendos pasajes de la Biblia.
Al término de la ceremonia, las cámaras captaron apenas el momento de la salida de la Reina, que iba con un traje azul y pamela a tono, el príncipe Carlos y los duques de Cambridge, con el pequeño príncipe, esta vez, en brazos de su madre.
Los duques, que se casaron el 29 de abril de 2011, han roto la tradición al elegir el palacio de St.James's y no el de Buckingham para incorporar a la comunión cristiana al futuro jefe de la Iglesia de Inglaterra.
Además, los duques han elegido como padrinos a Zara Philips y a sus amigos de la infancia y la universidad de St Andrews (Escocia), en vez de reyes o príncipes de otras casas reales, como ha sido el caso de otros herederos al trono británico.
Los otros padrinos son Oliver Baker, William van Custem, el conde de Grosvenor, Emilia Jardine-Paterson, amigos del matrimonio, y Julia Samuel, quien fuera amiga de la fallecida Diana de Gales, y Jamie Lowther-Pinkerton, exsecretario privado de los duques.
Aunque habrá que esperar hasta mañana, las fotos oficiales han estado a cargo de Jason Bell, un conocido fotógrafo de personalidades del mundo del espectáculo cuyos trabajos exhibidos en la National Portrait Gallery llamaron la atención de Catalina.
Después de la ceremonia, los 22 invitados acudieron a Clarence House, residencia del príncipe Carlos contigua al palacio de St.James's, para la recepción, en la que se cortaba una parte de la tarta nupcial de los duques de Cambridge que fue congelada y reservada para esta ocasión, según los medios locales.
La foto más esperada es una que hará historia pues serán retratados la Reina con las tres generaciones de futuros monarcas, algo que no había ocurrido desde 1894, cuando se celebró el bautizo del que sería después rey Eduardo VIII.
En esa instantánea aparecían el bebé (Eduardo VIII), su padre, el que sería después rey Jorge V; su abuelo, el futuro Eduardo VII, y su bisabuela, la reina Victoria.
EFE