Las autoridades dominicanas deben ser cuidadosos con el enfoque que se dé a la Sentencia dictada sobre leyes migratorias.
Se está desinformando en el sentido de que en los medios de prensa, se habla solamente de “haitianos”, cuando el término correcto debería ser “extranjeros”.
Esto tiende a hacer más tirantes las relaciones entre República Dominicana y Haití, no es secreto que entre ambas naciones desde siempre ha existido una relación amor-odio, sin embargo a pesar de resquemores o dudas, continuamos siendo dos países hermanados que comparten mucho más que el territorio.
El Tribunal Constitucional y los encargados no sólo de redactar la sentencia, sino también de difundirla, deben ser celosos de las palabras empleadas, para evitar que surja entre los haitianos, el temor de que estamos observando una conducta racista, sería ridículo en extremo que los dominicanos albergáramos dicho sentimiento, siendo como somos, harina de un mismo costal.
La prensa da cuenta ya de que se están gestando acciones de protesta contra la Sentencia del Tribunal Constitucional, la disposición debe ser explicada y debatida entre las autoridades y las partes que se sienten perjudicadas. Para muchos haitianos, la sentencia del TC, pretende privarles de la nacionalidad dominicana y es precisamente esa parte la que debe ser aclarada, hay tremendo “rebú” con esto de los descendientes de extranjeros en tránsito o residentes ilegales.
Aquí no vamos a juzgar la Sentencia 168-13, lo que queremos es llamar la atención sobre unas posibles consecuencias cuyo resultado no sería positivo para el país.
En ese tenor sugerimos a las autoridades dominicanas que empleen su más fina diplomacia para evitar conflictos que a la postre solo dejarían más problemas, que expliquen bien el asunto porque siempre es mejor evitar cuando todavía puede haber remedio.
Que se explique con claridad cuáles son los extranjeros a quienes toca cumplir con lo que dicta la sentencia dando a conocer la situación jurídica de personas que nacidas en tierra dominicana, le vemos como dominicanos.
Estamos hablando de gente que ha nacido y crecido en nuestro país, han podido ser amigos, vecinos, o relacionados nuestros por cualquier motivo y que se encuentran hoy con la noticia de que no son dominicanos, tampoco son haitianos, ya que su vida la han edificado en esta tierra, pasan a ser errantes sin patria, que precisan de un permiso especial para continuar viviendo en el país que han sentido como suyo, no puede negarse que es un trauma.
Hay grupos que están hablando de que la sentencia es inconstitucional porque viola los principios de igualdad, dignidad e integridad humana, así como los derechos de la nacionalidad consagrados en la Constitución dominicana.
Se trata de resguardar derechos humanos fundamentales, mucho cuidado con eso honorables magistrados del alto Tribunal Constitucional.
Nurys Rivas