El papa Francisco denunció "el brutal asesinato" de un anciano jesuita en
Siria y pidió el fin de la violencia.
Un pistolero enmascarado asesinó al reverendo Francis Van Der Lugt el lunes, cuando se encontraba en su monasterio en la asediada ciudad de Homs. El asesinato puso de relieve los temores entre las minorías cristianas y musulmanas por el destino de sus comunidades en momentos en que los extremistas islámicos ganan influencia entre los insurgentes que tratan de derrocar al presidente Bashar Assad.
Francisco habló del asesinato de su "hermano jesuita" al final de su audiencia general del miércoles en la plaza de san Pedro. "Su brutal asesinato me llenó de profundo dolor y me hizo pensar nuevamente en las numerosas personas que sufren y mueren en ese martirizado país, mi amada Siria".
"¡No más guerra!, ¡no más destrucción!", agregó el pontífice.
Un pistolero enmascarado asesinó al reverendo Francis Van Der Lugt el lunes, cuando se encontraba en su monasterio en la asediada ciudad de Homs. El asesinato puso de relieve los temores entre las minorías cristianas y musulmanas por el destino de sus comunidades en momentos en que los extremistas islámicos ganan influencia entre los insurgentes que tratan de derrocar al presidente Bashar Assad.
Francisco habló del asesinato de su "hermano jesuita" al final de su audiencia general del miércoles en la plaza de san Pedro. "Su brutal asesinato me llenó de profundo dolor y me hizo pensar nuevamente en las numerosas personas que sufren y mueren en ese martirizado país, mi amada Siria".
"¡No más guerra!, ¡no más destrucción!", agregó el pontífice.