En una carta del secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, dirigida al obispo de Valparaíso, Mons. Gonzalo Duarte, el Papa Francisco ofreció «sufragios por los fallecidos en este grave desastre, al mismo tiempo que comparte la angustia de cuantos han perdido sus hogares y sus bienes». Al menos quince personas han muerto y cerca de 10.000 han debido ser evacuadas en lo que la presidenta chilena, Michelle Bachelete, ha calificado como el peor incendio en la historia del país.
El cardenal Parolin ruega a Mons. Duarte que transmita a los familiares de las víctimas del incendio «el más sentido pésame de Su Santidad» y exprese a los heridos y damnificados «su paterna solicitud».
La nota concluye expresando que, con estos sentimientos, el Sumo Pontífice imparte «una especial bendición apostólica, como signo de afecto a todos los chilenos».