Julio Vasquez.

Radio Renacer

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domingo, 20 de abril de 2014

A Cheo Feliciano su humildad y sencillez lo hizo grande


El cantautor José Nogueras pidió hoy al pueblo puertorriqueño que recuerde a su entrañable amigo, el salsero y bolerista José “Cheo” Feliciano, como “el maestro de la humildad”.
“Quiero que el pueblo lo recuerde por la humildad, por la sencillez. A Cheo le dolía mucho no trabajar aquí, pero lo decía de una forma que no hería a nadie ni en privado. Cheo era muy humilde”, subrayó Nogueras.
Manifestó que “lo voy a recordar con esa alegría, pero por encima de todo, te digo que Cheo Feliciano es el maestro de humildad. No he visto a otro igual, a otro cantante así. Va a hacer falta…”
Nogueras recordó que en el verano de 1977 tuvo su primer encuentro con Feliciano, porque habían hecho una cita para conocerse y llevarle su libreta de canciones.
“Ese mismo día comenzó una amistad que no ha parado. Me abrió las puertas de su casa. Yo me pasaba metido allí; no tenía que ver nada con canciones. Encontré una familia en los Feliciano. Últimamente, yo decía bromeando que me llamo José Nogueras Feliciano”, puntualizó conmovido.
Esa humildad que refleja Cheo propició que el pueblo que se gozó y se estremeció con los temas del salsero y bolerista comenzara darle el último aplauso desde la 1:30 de la tarde de hoy, sábado, en las instalaciones del Coliseo Roberto Clemente, en Hato Rey.
Minutos antes, familiares –encabezados por su viuda Socorro “Cocó” Prieto León– y amigos se acercaron al féretro antes de entrar el público, mientras de fondo se escuchaba “Amada mía”, composición de José Nogueras que popularizó y marcó la carrera de Cheo, que la convirtió en un clásico.
Otra de las figuras del ambiente musical que lo recordará por siempre será Gilberto Santa Rosa, quien mencionó que “yo fui fanático de Cheo gracias a Jerry Rivas, de El Gran Combo, quien me enseño a apreciar su arte. Empecé a escucharlo y me hice fanático de él. Una vez yo empecé a dar pasos en la música tuve la dicha de conocerlo rápido. El siempre me trató como un igual”.
Santa Rosa recalcó que “Cheo es una estrella que nunca pensó era tal”, recordando la condecoración que le entregaron en Panamá.
Destacó que “su única pena siempre fue no trabajar en su país. Me lo expresó y hablamos de eso; yo siempre le daba ánimo. En realidad fue su única pena en términos artísticos… Nosotros supimos que disfrutó cada momento, cada canción”.
“El Caballero de la Salsa” definió que el legado “para nosotros, los cantantes, ese fue el más completo… Cheo Feliciano era impredecible, podía cantar 10 veces corridas ‘Anacaona’ y la cantaba diferente. Su musicalidad, su don de gente, su maestría a la hora de cantar…”
La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, indicó a la agencia Inter News Service (INS) que toda la logística del velorio transcurre a la perfección, “como la familia lo ha querido”.
“Llega el momento en que es difícil controlar la forma espontánea del pueblo expresar su dolor, de expresar su cariño. En ese sentido habrá mucha flexibilidad y a través del día interpretaciones musicales a tono con el decoro que queremos mantener, porque así la familia lo ha pedido”, admitió.
La ejecutiva de la ciudad capital señaló que los familiares están muy dolidos por la trágica pérdida –en un accidente automovilístico la madrugada del Jueves Santo– pero “concentrados en el amor que la gente le tenía y le tiene a Cheo Feliciano”.
La alcaldesa Cruz Soto enfatizó que espera que los sanjuaneros despidan al cantante “con la alegría de saber que un hijo adoptivo, porque él es ponceño, trajo alegría, honra, dignidad para todos los puertorriqueños. San Juan hoy se convierte en la sala de la familia Feliciano”.
La primera guardia de honor estuvo a cargo de integrantes de La Selecta, con su director Raphy Leavitt; y Maelo Ruiz, seguidos del maestro Elías Lopés, Jacqueline Capó, Mario Ortiz, hijo, José Nogueras, y José Vega (Remi).
El cantautor José Nogueras hizo llorar a muchos al entonar su composición “Amada mía” –que hizo famosa Cheo Feliciano–, mientras Antonio Cabán Vale conmocionó con su himno “Verde luz”.