El Patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente, considera que es importante aprovechar bien el nuevo momento de reflexión y debate en la Asamblea Nacional de Portugal sobre la adopción por parejas del mismo sexo y sobre el aborto. El Presidente de la República vetó las dos leyes y el asunto volverá al Parlamento el próximo miércoles. El Patriarca añadió que abrir la cuestión de la eutanasia puede ser «un asunto muy peligroso
(Renascença) Respondiendo a una pregunta de la cadena de radio Renascença, el cardenal Clemente afirmó que son dos temas que no permiten actuar con prisas, porque hay grandes valores en juego. «Tiene sentido que vuelva a la consideración de los diputados. Espero firmemente que los diputados tomen en serio los comentarios que hizo el Presidente, porque son los de una gran parte de la sociedad portuguesa», señaló.
El Patriarca de Lisboa defiende que «el derecho a la vida comienza cuando comienza la vida y la vida en gestación no está excluida de este derecho. Las personas que pretenden eliminar la vida del no nacido deben ser adecuadamente acompañadas para que se den cuenta de que por parte de la sociedad hay alternativas».
«La adopción por parejas del mismo sexo contradice lo que siempre ha sido la experiencia humana. Es un paso en falso», argumenta el Patriarca.
La eutanasia es «asunto muy peligroso»
Ante las preguntas acerca del manifiesto que pide un debate público sobre la eutanasia, una iniciativa que reúne a un conjunto de personalidades de la sociedad portuguesa, el cardenal Manuel Clemente responde con claridad, afirmando que el camino debe ser otro.
«Es un debate que se está realizando. Hay personas que, a causa de la enfermedad, el aislamiento u otro tipo de razones, se sienten con poca motivación para vivir, pero estos problemas –que son problemas reales– se responden con más vida, más convivencia y más compañía. En el caso de las enfermedades, hay cuidados paliativos y, sobre todo, el acompañamiento», señala.
«Si abrimos la puerta a la legalización de la eutanasia, estamos abriendo una puerta muy difícil cerrar», subraya el cardenal. «Todos, tarde o temprano, podemos sentirnos muy inseguros si al final son otros los que deciden por nosotros o si se nos presiona para tomar una decisión que, en el fondo, no sería la nuestra si no nos aconsejaran correctamente. Se trata de un asunto muy peligroso».
Las declaraciones del Cardenal Patriarca de Lisboa a la cadena de radio Renascençatuvieron lugar después de una conferencia sobre el año de la misericordia, en la Escuela de Negocios AESE de Lisboa.
Traducido por Bruno Moreno