Julio Vasquez.

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viernes, 23 de marzo de 2012

Significado y trascendencia del sacramento del matrimonio

Felipe de Jesús Colón Padilla


Es bueno recordar que el matrimonio es Derecho natural, pues antes de Jesús venir al mundo la gente se casaba, había un modo de unirse. El Hijo de Dios lo eleva a sacramento, y con ello le infunde un carácter religioso, lo llena de la gracia de Dios, de modo que la pareja no está desprotegida, sino que Cristo estará en medio de ellos.

En el libro del Génesis aparece como Dios crea a la mujer: extrae una costilla de Adán, y cuando éste ve a la hermosura de Eva, dice: “este si es hueso de mis huesos, y carne de mi carne”.

Esa “costilla” significa la interdependencia entre el hombre y la mujer; iguales, pero diferentes; distintas funciones anatómicas, aunque coincidan en la gran mayoría de los órganos del cuerpo. La mujer concibe, el hombre engendra.
* La mujer guarda en cada embarazo células madre fetales, entre 2 y 6 células por mililitro de sangre materna. Existen datos de la participación de esas células, por ejemplo, en la reparación del corazón de madres con cardiopatías.
Conviene descontinuar esa mala práctica de dar a luz por “cesaria”, pues el parto de manera natural ayuda más a la salud de la madre, y también a la salud del bebé. La cesaria tiene que ser un recurso extremo y no ordinario.
Hagamos una exégesis de lo que nos dice el canon 1055, del código de Derecho Canónico, sobre lo es y debe ser un matrimonio.
- Matrimonio, viene de mater, que significa madre, es decir proveer a la madre de todo lo que necesita: cariño, afecto, respeto, bienes materiales, intelectuales y espirituales; y MUNOS, que significa oficio.
- Alianza, significa pacto, es llegar a un convenio, donde las partes involucradas deben poner de su parte para que el consortio funcione, incluso a pesar de las dificultades inevitables del matrimonio.
- Dice que es entre el varón y la mujer, no puede ser de otro modo, no hay espacio en el pensamiento de Dios para el mal llamado matrimonio entre homosexuales. Solo un hombre y una mujer pueden copular.
- Es un Consortio para toda la vida. Es una empresa conyugal, de ahí que la elección no ha de hacerse a la ligera, sino que ha de ser fruto de la reflexión y la madurez de los futuros esposos. Sin amor y admiración no será posible aguantar a tu pareja.
- Está orientado hacia el bien de los cónyuges, procreación y educación de la prole.
- El bien a tu pareja, significa mostrar que la ama, que la has elegido, que ambos al unir sus vidas se han sacado el “loto del amor”. La procreación, es un don precioso, y sobre todo a educarlos, capacitándolo para amar, comprender y respetar. Transmitirles el valor de la honestidad, el espíritu de superación, de conquista. Que busquen de Dios, pues una vida espiritual garantiza jóvenes cristianos. La sociedad anhela que en cada hogar haya paz, seguridad y alegría.

El autor es Vice-canciller del Arzobispado de Santiago, Juez del Tribunal Eclesiástico y párroco de la Parroquia Transfiguración del Señor.