Los dirigentes de las FARC han asegurado que que no forma parte de sus filas el denominado enfermero acusado de practicar más de 500 abortos a mujeres de la guerrilla contra su voluntad y señalan esta información como invento de la fiscalía que debe ser aclarado. A su vez, explican que sí practican abortos durante los primeros tres meses de embarazo cuando así lo solicitan las guerrilleras. Lo cierto es que desde hace años diversos testimonios aseguran que sí se producen abortos forzados.
(Agencias/InfoCatólica) Las FARC aseguran en un comunicado que entre sus filas hay estrictos programas de planificación familiar y que cualquier agresión de tipo sexual a una mujer es castigada en un consejo de guerra.
«El aborto no es considerado un método de contracepción. Su práctica es el último recurso al que se apela cuando, pese a las medidas anticonceptivas adoptadas, ocurre un embarazo indeseado… Las FARC-EP hemos ido precisando nuestra línea frente a las condiciones y tiempos para practicar la interrupción de embarazo. Este derecho de las combatientes es ahora cobijado por reglas queprohíben cualquier intervención sin el consentimiento de la guerrillera y determinan un tiempo máximo de 3 meses para su realización», indica el comunicado.
Señala además que no corresponde a la verdad el estigma de violencia sexual que se muestra por las autoridades y que las mujeres hacen parte importante de la estructura de las FARC en todo el territorio nacional.
Lo cierto es que las noticias sobre la comisión de abortos forzados por parte de la FARC no se refieren solo al caso del santiario detenido en Madrid y puesto en libertad condicional el mes pasado.
Más testimonios
La excomandante del frente 47 de las FARC Elda Neyis Mosquera García, alias ‘Karina’,reconoció en octubre del 2013 que dentro de las políticas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia se encontraba el aborto y la planificación forzados.
Y en el año 2009, una joven reinsertada explicó cómo fue violada y obligada a abortar a los 13 años de edad. El «Campamento aborto», como denominan al lugar donde se producen los abortos provocados, se encuentra ubicado en el departamento de Magdalena, en el norte de Colombia. La joven, que explicó que las únicas guerrilleras que no eran obligadas a abortar eran las encintas de los comandantes, afirmó en una entrevista en Caracol Radio que no fue enviada al Campamento aborto gracias a su enfrentamiento con los comandantes de la guerrilla, por lo que pudo llevar los embarazos a su fin y tener dos hijos en el monte.