(AFP) – Un comando armado asesinó este sábado a la flamante alcaldesa de Temixco, un poblado del estado mexicano de Morelos (centro) fuertemente golpeado por el crimen organizado y en el que las divergencias políticas han afectado el funcionamiento de las policías locales, informaron autoridades.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, confirmó el “atentado” contra la alcaldesa Gisela Mota, de 33 años, ambos del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ramírez calificó el asesinato como un “desafío de la delincuencia” y aseguró que ya se encuentran “detenidos los presuntos autores” del crimen.
Fuentes policiales indicaron que Mota, quien había asumido su cargo 24 horas antes de su muerte, fue asesinada por varios sujetos armados que se introdujeron a su domicilio y abrieron fuego contra ella.
Ubicado a unos 90 km de Ciudad de México, Temixco es uno de los municipios con mayor índice de delincuencia común y organizada de Morelos, asolado por bandas criminales dedicadas al narcotráfico, secuestro y extorsión, que muchas veces operan con la connivencia de autoridades locales.
Una de esas bandas es el cártel Guerreros Unidos, que según la fiscalía general perpetró el asesinato de los 43 estudiantes desaparecidos en el vecino estado de Guerrero, en septiembre de 2014.
El gobernador Ramírez dijo que “no habrá impunidad” por el asesinato de Mota, ocurrido en medio de una batalla política en Morelos que afecta el funcionamiento de las policías locales.
El miércoles pasado, el famoso exfutbolista Cuauhtémoc Blanco tomó posesión como alcalde de Cuernavaca -de 349.000 habitantes y capital de Morelos- enfrentado con el gobierno de Ramírez.
Blanco, del minoritario Partido Social Demócrata, suspendió la colaboración para que policías estatales vigilen Cuernavaca, que había sido lugar favorito de descanso para muchos mexicanos antes del repunte de la violencia.
Según Blanco, el gobierno estatal está molesto porque dejará de recibir los casi tres millones de dólares que el municipio aporta por esta colaboración, mientras que el secretario de Seguridad Pública de Morelos, Alberto Capella Ibarra, retó a Blanco a permanecer cien días sin el apoyo de la policía estatal antes de verse desbordado por la delincuencia.
La policía federal reforzó desde el lunes la seguridad en Morelos, poniendo el acento en la zona sur y los municipios donde no opera la policía estatal.