Muchas personas de todo el universo, ignoran las funciones que le corresponden al Sumo Pontífice o jefe universal de la Iglesia Católica, que es el Papa. Consideran que éstas se circunscriben única y exclusivamente a presidir a dicha institución, pero las responsabilidades del “Santo Padre” van mucho más allá, pues es también jefe de un Estado, libre y soberano.
Este Estado se encuentra enclavado en Roma, que es la capital de Italia. Tiene una extensión territorial de apenas 0.440 kms cuadrados, conocido como “El Vaticano, que aunque es el más pequeño del mundo, en él se concentra todo el poder de la Iglesia Católica y es donde se encuentra la “Santa Sede”, que es el lugar habitado por el representante de Pedro, lo que lo convierte en uno de los más importantes del mundo cristiano.
El Papa Francisco, motivado por la denuncia de uno de los escándalos de corrupción más grandes ocurridos en las finanzas del Vaticano, conocido como el Vatileaks II, tomó la sabia, valiente y atinada decisión, sin precedentes en toda la historia, de haber ordenado una auditoría financiera a todo el patrimonio de esa institución en ese Estado.
Las principales razones que originaron dicho escándalo fueron: la mala administración, el derroche, el desorden de sus finanzas, la revelación y venta de documentos confidenciales, entre otros.
Dicha auditoría analizará las inversiones financieras, las propiedades e inmuebles, así como los activos culturales del Vaticano. La misma incluirá la comparación de los gastos actuales con los presupuestos consolidados.
Para tales fines se contratará a una de las cuatro firmas de auditorías de mayor prestigio a nivel mundial, tales como Pricewaterhouse Coopers LLP, Deloitte Touche LLP, EY LLP y KPMG LLP.
El Papa Francisco, desde que asumió su papado, hace casi tres años, ha dado muestras de responsabilidad, humildad, de querer enfrentar los escándalos de corrupción que afectan a la iglesia católica, con valentía y gallardía, esforzándose por lograr una mayor apertura y transparencia de los organismos financieros, exigiendo rendición de cuentas en el manejo de los recursos de esa institución.
Que sea el Papa, cabeza de la iglesia y el jefe de uno de los Estados de mayor influencia política, económica y social en el mundo, como es El Vaticano, quien ordene una auditoría financiera al inmenso patrimonio que posee la Iglesia Católica, es un ejemplo que los demás jefes de Estados debieran emular, para que se ponga en prácticas la transparencia y la rendición de cuentas, que es lo que vive pidiendo a gritos la sociedad a nivel global.
Esta medida asumida por el Papa Francisco, junto a otras tantas de carácter social, moral, humanitaria, sin duda lo convierten en uno de los Papas más populares, coherentes, humanos, sensibles y más aferrados al cristianismo. Con su actuación, ha contribuido a generar una verdadera revolución del catolicismo, pues él está consciente que el flagelo de la corrupción globalizada, es la causante de la pobreza e inequidad que afecta al mundo, por lo que quiere comenzar poniendo el orden en su propia casa, que es la Iglesia Católica.
Es lamentable que en un momento en que la transparencia y la rendición de cuentas brillan por su ausencia en una gran cantidad de países, esta decisión de tanta trascendencia, no haya recibido el respaldo, la acogida y el apoyo de los organismos que están llamados a cumplir con estas exigencias, ni de los sectores que a diario demandan la aplicación de las mismas, incluyendo a la propia Iglesia Católica.
Alfredo Cruz Polanco
El Autor es contador público.
lunes, 25 de enero de 2016
La auditoría al patrimonio de la Iglesia Católica
11:06 a. m.
opinion