Julio Vasquez.

Radio Renacer

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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Para hacer pecadores desde el nacimiento hasta la muerte

Serìa posible concebir un Dios que simbolice la vida, no la muerte, la gracia no el pecado, la remisión no la condena, vivir de pies y nunca de rodillas, disfrutar la vida en la tierra y no esperar por el cielo. Un Dios que defienda la dignidad del alma y del cuerpo, no la humillación que se deriva de la falta de libertad.
El concepto del pecado es la primicia de la religiones cristianas, fue por el pecado que se instauró el bautizo, fue por los pecados de los hombres que el hijo de Dios se prestó a ser crucificado, por lo que tuvo que adquirir una naturaleza completamente humana, ya que como hijo de Dios para él no era posible la muerte.
Todo parece indicar que su sacrificio fue en vano porque aún después de ella el pecado persigue a los humanos. De tal manera que para ser un buen cristiano es necesario considerarse indigno inclusive cuando el humano no ha cometido una falta mayor. En primer lugar no es justo que nadie cargue con el pecado de sus antepasados. ¿Es el acto sexual un pecado por haber sido una desobediencia de la primera pareja de la creación?
De manera que Dios los creó con tal naturaleza y luego les prohibió que se comportaran según su manera. Todo esto no deja de ser más que un absurdo, uno de los tantos que complementan la Biblia. Esos absurdos hace tiempo que debieron ser corregidos, pero no se hacen porque son utilizados como una simbología de control para las grandes masas humanas de los humildes de la humanidad. Pero los religiosos quieren rebatir los conceptos utilizando la misma Biblia porque han sido instruidos por sus jefes que deben seguir al pie de la letra lo que Biblia dice lo cual esta supuesto a ser la verdad sin importar cuan absurdo sea lo que allí se escribió.
Todos sabemos que no es cierto que no se han hecho cambios en este libro considerado sagrado, claro que si, y se hacen toda vía, aunque debemos de reconocer que las religiones han sido bastante consistentes para mantener su esencia y su origen. Desde que uno era niño le han hablado del pecado, inclusive del pecado que se comete con el pensamiento. Pero es un pecado de los pobres, el pecado de los humildes y casi siempre se habla del pecado personal. El pecado social no trasciende a las instituciones ni a los gobiernos.
No se le llama a la condena a un patrón que se roba el salario de sus trabajadores y de ser acusado bastará con que haga una confesión y cumpla con una leve penitencia. Las religiones cumplen un doble papel, el primero como base para la moralidad, y el segundo como confabulados con los sistemas políticos que para sobrevivir necesitan el control de las grandes masas de pecadores. Al final no dejaras de ser un pecador hasta el día en que mueras. ¿Esta bien creer en lo que dicen otros pecadores como uno?
Por Eramis Cruz.