Julio Vasquez.

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domingo, 4 de diciembre de 2011

El papa exhorta a los cristianos a ser sobrios en su estilo de vida



Ciudad del Vaticano
EFE
El papa Benedicto XVI exhortó hoy a los cristianos a elegir la sobriedad como estilo de vida, especialmente en las fiestas de Navidad, en la que el Señor, quien "de rico que era, se hizo pobre por vosotros, para que vosotros os hicierais ricos a través de su pobreza".
En el segundo domingo de Adviento y antes del tradicional rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro de Vaticano, donde se congregaron miles de fieles y peregrinos, el papa Ratzinger hizo alusión al Evangelio de san Marcos, quien describe la personalidad de san Juan Bautista, el precursor de Jesús.
San Juan Bautista -explicó el papa- viene presentado "como una figura muy ascética: vestido de piel de camello, come saltamontes y miel silvestre, que encuentra en el desierto de Judea".
Jesús mismo -dijo-, una vez, "lo contrapuso con aquellos que están en los palacios de los reyes" y "que visten de trajes de lujo".
En cuanto a la misión de san Juan fue una "llamada extraordinaria a la conversión", pero además fue más allá de la sobriedad del estilo de vida ya que "llama a un cambio interior, a partir del reconocimiento y de la confesión del propio pecado".
"Mientras nos preparamos para la Navidad, es importante que volvamos a nosotros mismos y hagamos un examen sincero sobre nuestra vida", explicó Benedicto XVI.
Hizo alusión el papa a la Virgen María "a la que confiamos nuestro camino para el encuentro del Señor que viene, mientras proseguimos nuestro itinerario de Adviento para preparar nuestro corazón y nuestra vida a la llegada de Emanuel, Dios con nosotros".
Tras el rezo del Ángelus, el Obispo de Roma hizo alusión al 50 aniversario de la Organización Mundial para las Migraciones y el 60 aniversario sobre el Estatus de Refugiado que se celebra en los próximos días en Ginebra y otras ciudades.
"Confío al Señor a todos aquellos que, a veces esforzadamente, deben dejar su propio país o son privados de su nacionalidad". afirmó.
El papa animó "a la solidaridad, al rezo por todos aquellos que trabajan por proteger y asistir a estos hermanos en situaciones de emergencia, exponiéndose también a graves esfuerzos y peligros".
Después saludó en varios idiomas a los peregrinos que abarrotaban la Plaza de San Pedro.
A los de habla hispana, dijo, "saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los fieles de las parroquias de la Santísima Trinidad, de Castellón de la Plana, y de la Preciosísima Sangre, de Valencia".