Zelaya regresó y dice solo muerto lo sacan de ahi.

— El derrocado presidente Manuel Zelaya regresó ayer a Honduras tras “cruzar ríos y montañas” en una travesía de 15 horas, según informó él mismo a la prensa en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está alojado en calidad de “huésped”.

El gobierno de facto decretó un toque de queda de 26 horas, a partir de las cuatro de la tarde de ayer (locales), a fin de controlar las movilizaciones de los seguidores de Zelaya. Asimismo, el presidente designado, Roberto Micheletti, ordenó el cierre de aeropuertos e hizo un llamado al gobierno de Brasil para que entregue a Zelaya a las autoridades.

En un comunicado lelído en cadena nacional, Micheletti dijo que “responsabiliza” a Zelaya, “por cualquier disturbio, acto vandálico, provocación o desorden que protagonicen sus seguidores en cualquier lugar del territorio nacional”.

Indicó además que la policía y el Ejército están listos “para garantizar la seguridad de las personas y sus bienes en todo territorio hondureño”.

En una nota de protesta de la cancillería interina, el gobierno de facto dijo que es “inaceptable” que desde la embajada de Brasil “se formulen llamados públicos a la insurrección y movilización política” por parte de Zelaya.

El Consejo Permanente de la OEA realizó una sesión extraordinaria para analizar la situación en Honduras y exigió “plenas garantías para asegurar la vida y la integridad física” de Zelaya. Además, la OEA exhortó a la “firma inmediata” del Acuerdo de San José; empero, Venezuela y Nicaragua consideran fracasado el plan del presidente costarricense, Óscar Arias.

Ante este panorama, colaboradores de José Miguel Insulza confirmaron la posibilidad de que éste viaje a primera hora de hoy a Tegucigalpa. Por lo pronto, el Secretario General de la OEA pidió al gobierno de facto que respete la soberanía de la embajada de Brasil.

Por su parte, la secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, dijo que es “imperativo” que Zelaya y el gobierno de facto encuentren una forma para alcanzar el diálogo y evitar la violencia. Consideró que sería “oportuno restaurarle (a Zelaya) en su posición bajo las circunstancias apropiadas”. A su vez, Arias, dijo estar dispuesto a ir a Honduras para intentar una mediación. Ambos coincidieron en que esto es una “oportunidad” para el acuerdo de San José-

Miles de seguidores de Mel comenzaron a congregarse en las inmediaciones de la representación diplomática carioca, acatando su llamado de formar un cerco humano de “protección” contra los militares, mientras un helicóptero de la policía sobrevolaba el área, recorrida también por las fuerzas de seguridad.

El líder depuesto dijo a los zalayistas que “a partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí, por eso nuestra posición es patria, restitución o muerte”. “La primera vez me agarraron dormido (...) Ahora vamos a dormir juntos, nadie nos vuelve a sacar de aquí (...) Aquí estoy, vivito y coleando”, dijo.

Agregó que desde anoche la resistencia contra los golpistas se comenzaría a organizar “en equipos de trabajo”. Insistió en que quiere que las cosas se hagan sin violencia y que demostrarán “que pacíficamente los hondureños somos capaces de recuperar lo que hemos perdido o lo que nos quieren robar”.

Acompañan a Manuel Zelaya en la sede diplomática brasileña su esposa, Xiomara Castro; su madre, Hortensia Rosales, y su hija Hortensia, entre otros familiares y amigos.

El retorno de Zelaya fue anunciado ayer al medio día desde Caracas por el presidente venezolano, Hugo Chávez. A su llegada, Mel había declarado a Telesur que quiere impulsar un diálogo con distintos sectores de su país para su retorno al poder. Hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para que apunten sus rifles contra los “enemigos del pueblo y no contra el pueblo”.