Julio Vasquez.

Radio Renacer

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martes, 6 de septiembre de 2011

De ladrones y P


Todos los seres humanos estamos a expensas de equivocarnos y cometer errores. Por eso existe el perdón y arrepentimiento, capaces de redimir al hombre.

El perdón nos da libertad, nos libera de resentimientos y los desafectos que puedan quedar de una acción en perjuicio nuestro.

Pero el arrepentimiento, es tan noble como perdón y ambos apuntan hacia el objetivo de darle al hombre la oportunidad de redimirse, corregir su rumbo y dar a otros seres humanos la oportunidad de compartir de él y de sí mismo la parte noble que lleva en su interior.

Los dos temas los traigo a colación porque en la edición de ayer de este diario, bajo la firma del colega Ney Santana leí la noticia de un ladrón que devolvió a un sacerdote los objetos robados en la Iglesia.

Un ladrón que profanó el pasado sábado en la Iglesia Inmaculada Concepción, de Las Colinas. No se si Dios le tocaría y lo llevaría a la reflexión y el arrepentimiento. Probablemente sí. Lo cierto es que devolvió los objetos y eso es un acto de arrepentimiento.

Legalmente, devolver los objetos robados exime de culpa a una persona, pero la Fe, es diferente y si éste realmente está arrepentido puede ser perdonado.

El hombre devolvió varios objetos del templo católico, lo recibió el sacerdote Aníbal Polanco de la referida iglesia, quien apeló a sermones y consejos para lograr que el profanador devolviera lo robado.

Que imiten su ejemplo

El ejemplo de este pecador, debe ser imitado por tantos ladrones del erario público que hoy amasan fortunas a cambio de la miseria y los grandes males sociales de la República Dominicana.

Un humilde ladrón anónimo porque como dicen, se dice el pecado y no el pecador. En definitiva se predica con el ejemplo y el padre Aníbal Polanco recibió un buen ejemplo de parte de uno de sus feligreses.

El insólito caso de arrepentimiento debe ser aprovechado por tantos delincuentes de cuello blanco y dura conciencia para estremecerse ante la realidad de tantas familias dominicanas.

Hace muchos años, en el país se habla de escalofriantes cifras de lo que se ha llevado la corrupción desde el Estado. No tenemos la más mínima idea cuanto son, pero todo el mundo sabe donde están y viven en carne propia las privaciones que han dejado en materia de educación, salud y obras de infraestructura y desarrollo humano.

Esperamos que sigan los ejemplos.


Amable Grullón.