Un tratamiento imprudente a los dominicanos

Los casi 14 años consecutivos que los peledeístas llevan en el ejercicio del poder, los ha ido mentalizándose de que ellos son los mejores de los dominicanos, y que han sido seleccionados por alguna divinidad, en la que ellos creen, para dirigir a sus demás conciudadanos, peor dotados y sin capacidad de conceptualizar, como ya ellos nos consideran.
Ya no se trata del comesolismo del primer período de 1996 al 2000, sino que ya sus miembros más connotados, exhibiendo un poder económico envidiable, se creen por encima de los demás mortales, y en consecuencia, solo nos toca oírlos y reverenciarlos, dándole gracias a Dios por habernos mandado a esos dominicanos especiales para enseñarnos a gobernarnos.
La sumisión es una de las condiciones que los estrategas peledeístas demandan de los gobernados. Sus elites moradas elaboran sus estrategias más variadas, algunas con varios años de gestación y pulimiento, desde la época en que el partido no superaba los 12 mil miembros y fue Gobierno por primera vez en 1996, y al ser aplicadas, deben ser aceptadas como artículo de fe.
Los ideólogos peledeístas, algunos encumbrados funcionarios o disfrutando de jugosos ingresos sin tener un alto cargo gubernamental, han presumido de la mansedumbre de los dominicanos. Pese a las lecciones de la historia reciente, como lo de 1965 y lo de 1984, ellos obvian esas lecciones para continuar con su bien dirigida planificación para cada vez en sus gestiones gubernativas, imponer severas reformas fiscales, que a nombre de un mejor gobierno han nutrido generosamente las arcas fiscales, en que ya un presupuesto de $615 mil millones pesos es considerado normal.
No hay dudas de que esa opulencia del Estado estimuló a que decenas de miembros del PLD se buscaran un puesto en el Comité Central o en el exclusivo Comité Político, a raíz de las elecciones del pasado día 12, que el común de los dominicanos constataron que los peledeístas están guisando muy bien desde el 2004 y que otros querían incorporarse al disfrute del derroche, que a nombre de una ideología de la liberación, deformada y sepultada, buscan mantener o inscribir sus nombres en la Tesorería Nacional, para recibir graciosos ingresos por labores que no devuelven resultados al país, y ya quisieran que más dominicanos se enrolaran, al igual que los peledeístas, recibir un sueldo sin trabajar.
El actual grupo peledeísta gobernante parece que antes de llegar al Gobierno en agosto del 2012, elaboró un extenso programa de gobierno del día a día, en donde la famosa sentencia 168-13 no era ajena a esa estrategia, y partieron, como buenos marxistas que fueron, y de quedarle algo de la mente cuadrada original, que lo que ellos sentenciaban debía cumplirse a rajatabla por los ignorantes dominicanos, que no teníamos derecho a patalear. Pero ya está ocurriendo el pataleo, con la decidida oposición de los comerciantes a la instalación de las impresoras fiscales que conducirían a la ruina a miles de ellos sin capacidad de incorporarse a una modernización a destiempo.
Se ha visto, en los 17 meses de la actual administración del PLD, de que tienen un elaborado guión de actividades y resultados teóricos, que de alterarse los saca de concentración. Parecería que no saben modificar lo que tanto tiempo les tomó elaborar en cómodos gabinetes cedidos por generosos amigos sustentadores cuando la actual gestión estaba fuera del Gobierno.
Al Gobierno trazar tozudamente su plan de gobierno, para cumplirlo día a día, se le hace difícil acudir a la alternativa de un plan B como se dice popularmente, y entonces vemos cómo se empantanó el plan de construcción de las diez mil aulas, que debían estar listas para diciembre pasado y todavía pasarán varios meses hasta completar las aulas que no están listas o con las impresoras fiscales que ya generan críticas y protestas entre los comerciantes, pero que el egocentrismo peledeísta les impide dar su brazo a torcer y rebajarse y ser humildes, aun cuando lo aparenten pero se contradicen al ver los resultados de sus fracasos de su plan cuatrienal centralizado de exclusiva y limitada circulación y conocimiento solo para algunos de los ojos autorizados del poder actual. Solo queda como una perla atractiva el plan de alfabetización que parece alcanzará sus objetivos a finales de año.

Por Fabio Herrera Miniño
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