Una palabra
bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos *(Henry
Poincaré).
Cuenta una curiosa historia que un pordiosero tocó y salió la señora de la casa. El pobre pidió que le regalara botellas de cervezas vacías. La neurótica mujer le respondió malhumorada: ¡Estúpido! ¿Tengo yo cara de bebedora de cerveza? No me explico cómo se le ocurre pedirme a mí botellas de cerveza.
Y le recalcó, por qué no pide otra cosa más apropiada a mi personalidad. A lo cual replicó el mendigo - Vea señora, por que no me regala, entonces, sus botellas de vinagre vacías (tomado de maravillosas motivaciones).
Por amor a Jesús la pregunta de meditación a responder en este maravilloso día, es ¿de qué tipo de contenido nos pedirían nuestras botellas vacías? , ¿Acaso nos pedirán nuestras botellas vacías de miel, porque hemos tratado nuestro prójimo necesitado con palabras dulces, acogedoras y con excelente cortesía?, ¿o quizás nos pedirán nuestras botellas vacías y/o galones vacios de gasolina porque nuestras palabras y actuaciones han sido duras, incompresibles y degradantes?.
O tal vez nos podrían pedir nuestras botellas vacías de agua, porque con nuestro ejemplo y buen comportamiento somos bien transparentes entre lo que decimos y hacemos. En el mundo existen distintos tipos de sustancias que son envasadas en botellas plásticas y de vidrios de variados tamaños.
Pero en el mundo espiritual solo debe envasarse una única, exclusiva y especial sustancia, y es el amor, en un especial envase llamado corazón sincero. Cada día millones de palabras son expresadas en todos los aspectos, pero ningunas tienen el poder de hacer brotar buenas obras como aquellas que son exteriorizadas para construir un mundo mejor, donde el status social no esté por encima del más humilde de los oficios, donde la soberbia no ridiculice a la humildad , donde el poder no consuma el bien común, donde la verdad no sucumba ante el dinero, y sobre todo un mundo y un país donde Jesucristo vuelva a ser y permanezca como el centro de todo lo que digamos y realicemos sin importar nuestra condición social.
Bien es sabido por todos que la cuaresma no es cualquier tiempo, no es solo una época de canciones de reflexión e imágenes de crucifixión, es más bien como manifestara una vez el reverendo Cipriano Sánchez un camino de cuarenta días hasta la pascua, y en este camino, la santa iglesia nos va a estar recordando constantemente la necesidad de purificarnos, la necesidad también de limpiar nuestro corazón y la necesidad de quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios.
Ojalá que podamos hacer de nuestro camino cuaresmal, un camino hacia papá Dios abriendo nuestros labios con palabras hacia El llena de agradecimiento y adoración, y hacia nuestro prójimo abriendo nuestros labios con palabras rebosadas de caridad, fe y esperanza. Desde orientación de luz deseo que estas palabras a decir se conviertan en un puente muy grande de amor y amistad que nos una en fraternidad no solamente en este tiempo, sino todos los días de nuestras vidas para encontrarnos en plenitud con nosotros mismos, con el prójimo y con nuestro padre celestial.
¡¡¡En el nombre poderoso de Jesús un manantial de bendiciones para usted y todos sus seres queridos!!!
Cuenta una curiosa historia que un pordiosero tocó y salió la señora de la casa. El pobre pidió que le regalara botellas de cervezas vacías. La neurótica mujer le respondió malhumorada: ¡Estúpido! ¿Tengo yo cara de bebedora de cerveza? No me explico cómo se le ocurre pedirme a mí botellas de cerveza.
Y le recalcó, por qué no pide otra cosa más apropiada a mi personalidad. A lo cual replicó el mendigo - Vea señora, por que no me regala, entonces, sus botellas de vinagre vacías (tomado de maravillosas motivaciones).
Por amor a Jesús la pregunta de meditación a responder en este maravilloso día, es ¿de qué tipo de contenido nos pedirían nuestras botellas vacías? , ¿Acaso nos pedirán nuestras botellas vacías de miel, porque hemos tratado nuestro prójimo necesitado con palabras dulces, acogedoras y con excelente cortesía?, ¿o quizás nos pedirán nuestras botellas vacías y/o galones vacios de gasolina porque nuestras palabras y actuaciones han sido duras, incompresibles y degradantes?.
O tal vez nos podrían pedir nuestras botellas vacías de agua, porque con nuestro ejemplo y buen comportamiento somos bien transparentes entre lo que decimos y hacemos. En el mundo existen distintos tipos de sustancias que son envasadas en botellas plásticas y de vidrios de variados tamaños.
Pero en el mundo espiritual solo debe envasarse una única, exclusiva y especial sustancia, y es el amor, en un especial envase llamado corazón sincero. Cada día millones de palabras son expresadas en todos los aspectos, pero ningunas tienen el poder de hacer brotar buenas obras como aquellas que son exteriorizadas para construir un mundo mejor, donde el status social no esté por encima del más humilde de los oficios, donde la soberbia no ridiculice a la humildad , donde el poder no consuma el bien común, donde la verdad no sucumba ante el dinero, y sobre todo un mundo y un país donde Jesucristo vuelva a ser y permanezca como el centro de todo lo que digamos y realicemos sin importar nuestra condición social.
Bien es sabido por todos que la cuaresma no es cualquier tiempo, no es solo una época de canciones de reflexión e imágenes de crucifixión, es más bien como manifestara una vez el reverendo Cipriano Sánchez un camino de cuarenta días hasta la pascua, y en este camino, la santa iglesia nos va a estar recordando constantemente la necesidad de purificarnos, la necesidad también de limpiar nuestro corazón y la necesidad de quitar de nuestro corazón todo aquello que lo aparte de Dios.
Ojalá que podamos hacer de nuestro camino cuaresmal, un camino hacia papá Dios abriendo nuestros labios con palabras hacia El llena de agradecimiento y adoración, y hacia nuestro prójimo abriendo nuestros labios con palabras rebosadas de caridad, fe y esperanza. Desde orientación de luz deseo que estas palabras a decir se conviertan en un puente muy grande de amor y amistad que nos una en fraternidad no solamente en este tiempo, sino todos los días de nuestras vidas para encontrarnos en plenitud con nosotros mismos, con el prójimo y con nuestro padre celestial.
¡¡¡En el nombre poderoso de Jesús un manantial de bendiciones para usted y todos sus seres queridos!!!
Mario José Almonte