Escrito por Vilma Pandelo.
Creo que de las personas que escriben en los diarios de circulación nacional soy la única que le ha escrito más artículo al amor.
Y esto no es una competencia, pero me gusta escribirle al amor y todo lo que de él se desprende. Porque es un sentimiento noble y maravilloso. Bueno y es que si el amor es el sentimiento más sublime que existe, por el se han inspirado muchos poetas, escultores, compositores, pintores, en fin todo lo que se llame arte. Por el ha habido guerra y también ha habido paz. El ha sido capaz de inspirar a grandes hombres a hacer cosas y de el han surgido muchas acciones.
El amor es el motivo de muchas historias y de él se han escrito muchas cosas, porque es el ingrediente más intenso e inmenso para poder vivir una vida plena.
Co amor Dios organizo el mundo, por amor dio a su Hijo unigénito, por amor las mujeres y los hombres se unen y traen a la luz el fruto de ese amor que puede ser grande o simplemente amor.
No existe un amor más grande que el de Dios hacia sus criaturas, pero tampoco existe un amor humano más grande, abnegado y desinteresado que el de una madre por sus hijos
El amor mueve al perdón, mueve a hacer cosas hermosas, embriaga, hechiza, envuelve y atrapa.
Decir amor es decir muchas cosas, porque este hermoso sentimiento que habita en todos los corazones sensibles y que muchos han sacado de su corazón para no sentirse atrapados por él.
De amor puedo decir que he amado intensamente, que conozco los síntomas, que me siento embajadora del amor, porque vivo con Cupido, él anda detrás de mí con sus flechas, porque sabe que amo por él y vivo enamorada de él, que en mi vida sólo habita el amor y que todo sentimiento nobles me motiva a ser mejor cada día y no quiero malo sentimientos alrededor de mi.
El amor me impulsa a amar cada día, a dar cada día, cuando me caído, el amor me da fuerzas para levantarme; con el amor me emociono, disfruto, me doy, vivo, me realizo y aunque no haya dado vida a ningún ser, no es por falta de amor, es que Dios me creo para darle amor al que lo necesite, aunque a veces me decepciono de los seres humanos, pero de ingratos está lleno el mundo y aun así sigo regando amor en el camino y vivo cada instante con un inmenso e intenso amor.
Siempre lucharé contra las reacciones del hombre, seré engañada miles de veces, seré traicionada otras tantas, me herirán muchas y muchas veces, llorare a cada instante (aunque para mí el llanto purifica el alma y nos cerca mas a Dios, porque nos hace más sensible hacia el dolor humano o más bien de nuestros semejantes), me caeré a cada paso, me levantare con mas fe, me murmurara alguna vez, me envidiaran en cada logro que obtenga, me maldecirán sin razón, me olvidaran tal vez, pero yo siempre seguiré amando, porque quien alberga rencor en su corazón no conoce la miel del amor. Y aun como humana entiendo que no todos me amaran, pero yo los amare a todos ellos, porque el amor puede derretir los malos sentimientos y convertirlos en bueno. ¡Con amor, yo puedo vencer al mundo!
El amor es uno solo y cuando el esta no caben dos, no hay lugar para otro, porque el llena todos los espacios, le cambia todo. Los sacrificios mas grandes se han hecho por amor, las más bellas expresiones de amor han calado hondo, en personas insensibles.
Amo la vida, me aferro a ella para amar a mis padres, mis hermanos, mis cuñados, a mis adorados sobrinos, a mis familiares, a mis amigos verdaderos; a los desdichados, a los niños que andan en las calles, a las mujeres maltratadas, a los hombres inconscientes, a las madres engañadas, a las mujeres burladas, a las despechadas por el rencor que les envenena el alma.
Lamentablemente el amor debe ser espontaneo y nadie está obligado a amar al otro, ese sentimiento sale solo y se da, no se negocia, no se alquila, no se presta, se gana. En el amor es mejor dar que recibir.
Yo que he amado, que amo y amare hasta el final de mis días, le dejo al mundo mi amor y el premio concedido por algunos amigos y colaboradores para motivarme a seguir hacia adelante regando amor por doquier, el Premio Nobel del Amor.
Este premio es simbólico, y me lo he ganado por derrochar tanto amor, por vivir amando, por no albergar en mi corazón nada que no sea motivado por el amor, por haber amado, por amar y continuar amando hasta el fin. El amor es entrega y sacrificio.
Es cierto que con amor no se pagan deudas, no se compra en el supermercado, no se solucionan los problemas económicos, no se compra la salud, ni la vida, ni la felicidad, pero yo con amor espero a mi Proveedor, que siempre envía a una persona para que me ayude en mi tribulaciones y salga airosa con el amor y la protección de mi Creador.
¡Qué viva el amor, mi amor y todo el que sea capaz de amar…!
martes, 7 de junio de 2011
Embajadora del amor
8:23 a. m.