Ramón Antonio Veras (hijo).
Vamos a llamarla doña Juana, una señora bien humilde, empleada de servicio de una casa de familia, madre de varios hijos, cada mañana tiene que salir de su casa bien temprano para llegar a su trabajo, tiene que tomar transporte público, y pasar todas las dificultades y necesidades como la mayoría de los dominicanos y dominicanas. Una mañana temprano, ella acompañaba a uno de sus hijos a un lugar que iniciaría un nuevo trabajo, cerca del centro de la ciudad, en el momento que deja a su hijo en su nuevo trabajo, caminaba cerca de un parque, cuando la sorprende una persona que se desmonta de un motor, y le coloca un cuchillo en la barriga, y le quita de inmediato una cadena y el celular, el delincuente se monta en su motor, y con el celular en su mano, suena una llamada, y él mismo responde el celular, y con la manos extendidas para arriba, comienza a vocear, ¡Juana, tiene una llamada!, a parte que comete el robo, se burla de la indefensa doña Juana.
Así como a doña Juana le pasó, pasa en nuestro país a diario, en cualquier lugar, no existe lugares prohibido del robo, cualquier persona se encuentra sujeta a un robo, atraco, violación, secuestro, saqueo, asalto, y darle gracias a Dios, que el delincuente no cometió un crimen con doña Juana. Muchas personas no pueden quizás decir lo mismo que doña Juana, porque ahí es donde las personas pierden la vida.
Las autoridades gubernamentales y municipales deben dar a conocer cuáles medidas, estrategias y sistemas que existen o puedan existir para combatir la delincuencia y el crimen organizado. Y los legisladores presentar los proyectos que existan y se encuentran en discusión para disminuir la inseguridad ciudadana que nos arropa. La persona siempre se acuerda de las autoridades que deben velar y exigen de ellas, cuando le corresponde caer víctima de ese mal, de inmediato quieren mover cielo y tierra para resolver su caso particular, pero no así cuando se promueve buscar medidas necesarias para combatir la inseguridad ciudadana.
Muchas personas han sido víctimas de la delincuencia, ahora fue a doña Juana, mañana puede ser a uno de nosotros, y usted no escape de eso, entonces qué esperar de las autoridades, qué medidas efectivas se están tomando, los legisladores qué se encuentran haciendo, qué modificaciones de los códigos son necesarios hacer. No son suficientes las cantidades de robos, atracos, asesinatos, y males delincuenciales, que están pasando en nuestro país, para seguir cruzados de brazos, sin hacer nada. La mayoría de la ciudadanía merece seguridad ciudadana, y no seguir viendo la forma burlesca en que los delincuentes cometen sus fechorías, y no son sancionados.
Doña Juana, hoy puede contar lo que pasó, pero sabes usted si le corresponde a usted, puede tener la misma suerte de poderlo contar ¿Quién sabe? Pero no espere que le suceda, actívese a manifestar su inconformidad de los métodos, sistemas y estrategias actuales, porque hasta la fecha no ha funcionado, por lo que, debe buscarse otros lineamientos para disminuir considerablemente la inseguridad ciudadana.
miércoles, 29 de junio de 2011
¡Juana, tiene una llamada!
8:23 a. m.