La Comunidad del Alto Manhattan llora la muerte de uno se los suyos

NUEVA YORK._ El destacado activista dominicano del Alto Manhattan, Bertilio Reyes Gómez (El Caballo Blanco) oriundo de Santiago de los Caballeros y con décadas de trabajo comunitario y político, falleció el domingo alrededor de las 6:00 de la mañana víctima de un fulminante infarto cardíaco en su hogar de la calle 190. Reyes Gómez que tenía 52 años de edad y era padre soltero de tres hijos – dos varones y una hembra – llegó a los Estados Unidos siendo un adolescente, dedicándose en sus primeros años al comercio en diferentes áreas, llegando a ser propietario de una mueblería, actividad que mezclaba con su activismo.

Estuvo al frente de parte de los más importantes eventos políticos y comunales de los últimos 30 años y mantenía militancia en el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), Partido Republicano y el Partido Independencia.

También fu fundador de La Maquinaria Reformista junto al dirigente Sergio consuegra que la preside. Formaba parte del comando de la campaña hispana de la reelección del Alcalde Michael Bloomberg.

Al momento de su muerte era uno de los coordinares del equipo de campaña del aspirante a concejal Rubén Darío Vargas.

El viernes último, se le vio muy activo y emocionado en un acto en el que Vargas inauguró el local de su comando de campaña en la avenida Broadway, mientras que el sábado a eso de la 1:15 de la madrugada mientras compartía con amigos y compañeros en el restaurante “El Malecón”, comenzó los primeros síntomas de un pre infarto.

Estaba acompañado por el periodista Levis Germán, el dirigente del PRSC Sergio Consuegra, el manager del mismo restaurante Elvis Vargas y otras personas que le llamaron una ambulancia.

Cuando los paramédicos lo examinaron en la esquina de la calle 175 y avenida Broadway, determinaron que estaba padeciendo de una súbita baja en la presión arterial y recomendaron su inmediato traslado a la emergencia del hospital Presbiteriano situado a pocas cuadras del establecimiento. Reyes Gómez, según el relato, rechazó ir al necrocomio a pesar de la insistencia del experto y sus amigos y pidió que lo llevaran a su casa. Empleados del negocio, dijeron a este reportero que estaba virtualmente bañado en sudor y que no se veía normal.

En su residencia un fuerte dolor de pecho comenzó a afectarlo y se lo comunicó a su madre, no durmió y su madre de 92 años a la que él cuidaba todos los días, se despertó a eso de las 6:00 de la mañana, preguntándole que hacía despierto. A los pocos minutos, los síntomas regresaron a su corazón y otra ambulancia fue llamada al edificio donde residía en la calle 192 y avenida Wadsworth, segundo piso. Los trabajadores de salud intentaron revivirlo, recuperándole la respiración, pero un segundo y fulminante ataque se lo llevó.

Durante su vida formó parte de una diversidad de organizaciones comunitarias y fue un acérrimo crítico de los políticos corruptos. Se le conoció por una firme convicción de servicio y lealtad a los amigos y allegados. Su modo de ver y enjuiciar situaciones, lo llevó a sumir posiciones radicales que discutía en foros comunitarios y sus cercanos.

Acuñó entre otos el lema “aquí no se duerme” en referencia a que su trabajo comunal y político era de 24 horas y sin vacaciones. Que se sepa, no sufría de ninguna enfermedad crónica o letal. No ingería alcohol, era muy cuidadoso al comer y no fumaba.

Durante la madrugada y antes de morir, Reyes Gómez, logró escribir cuatro cartas algunas dirigidas a sus hijos e hija. Reyes Gómez, era un cotidiano luchador por la vida y la comunidad.