Vladimir Guerrero obedece a su Madre.

Dos horas antes de tomar el campo para el partido que le podía brindar el título divisional a Anaheim, el mejor bateador del equipo estaba sentado en el piso en un estrecho espacio detrás del pentágono en el Angel Stadium, en sus manos tenía una biblia.
Vladimir Guerrero no le tendría temor a los lanzadores, pero se pone algo nervioso con fallarle a Dios

“Me siento confortable leyendo la biblia, esto es igual que tener mi familia aqui”, dijo el slugger de los Angelinos. En este caso, Guerrero agradece cada mañana debido a que tiene a ambos, el libro sagrado, como varios miembros de su extensa familia. Con ellos habla en español todos los días y los domingo asiste a la iglesia junto con el comentarista José Mota.

En los encuentros, Mota le pregunta a cada uno de los peloteros por el nombre de las personas que ellos siguen en la vida. Cuando le corresponde emitir su respuesta Guerrero responde con una sonrisa. “Mi madre”, expresa el jugador. Comenzando desde ayer , él podría llevar sobre sus hombros al equipo de Anaheim, en el inicio de la postemporada. En su última aparición en los playoffs, Guerrero se fue de 20-1 en el 2005, su equipo perdió una virtual participación en la Serie Mundial tras caer ante los Medias Blancas. Una serie similar iniciaron frente a los Medias Rojas.