Cuando los teócratas y canonistas escriban la
historia de Su Excelencia Reverendísima Su Santidad Benedito XVI,
encontraran en su último Ángelus el día 24 de febrero del 2013, cuatro
días antes de que se hiciera efectiva su renuncia como jefe de la
iglesia más universal, la “Iglesia Católica con 1,200 millones de
fieles”.
Reflexionó sobre las improntas encontradas en el
camino, y dijo: “El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa,
días en los que la pesca fu abundante, pero también momentos en los que
las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como toda la
historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir”.
El Sumo Pontífice, Joseph Ratzinger, antes de su
elección para ocupar el trono de San Pedro en la Iglesia, denunció que
la Iglesia era una barca que “hacía agua “como la suciedad que había
entre sus miembros, pero afirmó como hombre de profunda fe cristiana,
que “Dios guía a su iglesia y la sujeta, sobre todo en los momentos
difíciles”.
La penúltima renuncia de un Papa fue la de
Gregorio XII, en el año 1415 hacen 598 años, las razones se
fundamentaron para resolver el llamado “Cisma de Occidente”, en el que
había tres reclamantes del trono papal, eran ellos, el propio Gregorio
XII, que era de origen romano, el antipapa Benedicto XIII de Aviñón
(este papado se refiere al periodo comprendido entre el 1309 y 1377
cuando 7 papas residieron en Aviñón actual Francia).
Los enciclopedistas católicos al relatar la
crónica de las renuncias de los papas a todo lo largo de la historia de
la Iglesia Católica, establecen que el primer Papa que renunció fue
Ponciano en el año (230-235), Papa Marcelino (296-308), Papa Juan XVIII
(1004-1009), en este caso se habla que el Papa Crescencio III, lo forzó a
renunciar, lo que es violatorio al derecho canónico.
El Papa Benedicto IX en el año 1045 renuncio,
acontecimiento que estremeció la Iglesia Católica, y con la finalidad de
librar a la iglesia de un escándalo el Papa Gregorio VI, dio valiosas
posesiones de la iglesia al Papa Benedito IX para que renunciara a su
favor. Lo que el Papa Gregorio VI fuese acusado de simonía, es decir,
en el cristianismo, la compra o la venta de lo espiritual por medios
materiales, el termino deriva de Simón y está relatado en Hechos
8:14-19).
Estos acontecimientos que contravienen el derecho
canónico, produjo la renuncia en el 1046 del Papa Gregorio VI, quien fue
sucedido por el Papa Clemente II, quien falleció al año 1047; volviendo
hacer elegido el Papa Benedicto IX.
El Papa Celestino V en el año 1294, emitió un
decreto en la que establecía que un papa podía renunciar, e hizo lo
propio apenas con cinco meses de ejercicio papal.
La renuncia de su Santidad Papa Benedicto XVI, es
un acto de grandeza, coraje y solo seres de condiciones espirituales
elevadas, toman una decisión de renunciar al papado, porque las fuerzas
físicas de un hombre casi nonagenario, aunque con plena lucidez, agudeza
critica y plena conciencia de su apostolado, y una intensidad
espiritual que ha gravitado en todo el planeta.
El Papa Benedito XVI, quien emprendió grandes
reformas en el Estado del Vaticano, para hacer más transparentes las
arcas de la casa de Dios, luchó contra campañas mediáticas
desencadenadas por prácticas aberrantes de algunos sacerdotes, que
fallaron ante la feligresía, producto de la debilidad del espíritu y
el morbo humano.
Adiós, Papa Benedicto XVI, te retira a residir en
Castel Gandolfo, desde donde ha prometido elevar tus plegarias por toda
la humanidad, que vive en este siglo XXI, en medio de la miseria,
hambre, enfermedades, violencia, guerra, corrupción, crisis económica y
financiera que como una mancha oleosa se expande por todos los océanos
de la humanidad.
Autor: Dr. Willians De Jesús Salvador