Si bien el origen de La Diva de la banda, Jenni Rivera, es de cuna humilde, al despedirse de la vida física se encontraba en un momento pleno como mujer y en los cuernos de la luna como artista, así lo declaró en su última conferencia de prensa después de su concierto en la Arena Monterrey la noche del sábado 8 de diciembre.
Pero el ejemplo siempre lo tuvo en casa, comenzando con sus padres Pedro Rivera, originario de Jalisco, y Rosa Amelia Saavedra, de Sonora, quienes deciden emigrar en 1966 a EU, en busca de un mejor porvenir para su familia.
Campesino, fotógrafo, vendedor ambulante y cantante, fueron los trabajos que el patriarca de los Rivera tuvo que desempeñar antes de fundar su casa productora Cintas Acuario, de la cual surgieron importantes figuras de la música regional mexicana en tierras estadounidenses.
Jenni compartió su vida con sus cuatro hermanos, Juan, Lupillo, Gustavo, Rosie y Pedro, quienes siguieron el camino de su padre por el mundo de la música, excepto Rosie, quien se ha dedicado a la fundación Jenni Rivera Love Foundation, que presta atención a madres soleras y mujeres maltratadas.
La vida de Jenni fue muy de prisa, ya que contrajo matrimonio por primera vez a la edad de 15 años, con José Trinidad Marín Quintero, con quien ya esperaba su primera hija, Janney; después vinieron Jacqueline y Michael. Después de años de maltrato Rivera terminó su unión con el que tiempo más adelante sería declarado culpable de violación de su hermana Rosie y sus propias hijas.
La suerte no cambió con su siguiente pareja, Juan Manuel López, con quien procreó a Jenicka y Johnny. Un retiro temporal de la música, el encarcelamiento de su esposo y su divorcio, que se prolongó tres años, marcó esta etapa de su vida, que se cerró con la muerte de López en 2009.
Sughey Baños | El Universal.