POR JUAN TH
A José Antonio Rodríguez lo conocí un buen día entrando a la entonces Radio Televisión Dominicana siendo yo director de prensa en el año 1983. (Pronto se cumplirán 30 años)
No recuerdo si aun estudiaba arquitectura o si había dejado la carrera del diseño y la construcción para dedicarse por entero al arte, guiado por la guitarra y unos versos aun no terminados. Lo que sí recuerdo es el pelo revuelto, la dentadura imperfecta, la figura enclenque, la mirada triste, y una sonrisa ingenua que inspiraba confianza.
Desde aquel día somos amigos. Una amistad que ha tenido sus altas y sus bajas. (“un barco frágil, de papel, parece a veces la amistad, pero jamás puede con él la más terrible tempestad, porque ese barco tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel, un corazón”) Pero cuando menos lo espero, cuando la soledad me cae encima como un aluvión de muerte, suena el teléfono. Es el flaco que me llama solo para decirme que me quiere o que desea verme. (¡Y eso no tiene precio!)
Cuando por fin pudo comprar su casa, después de muchos años de trabajo, era una ruina. Un casón abandonado. Recuerdo que llegué con dos botellas de vino tinto. Nos sentamos en el suelo y tomamos acariciando sueños.
Mi amigo el Flaco es un hombre de familia, padre de cuatro hijos, tres varones y una hembra. Los mayores, José Antonio (Nono) y Jan Alberto (“Babeto”), músicos y profesionales con estudios en el extranjero, de la publicidad. (Nono, Babeto y Juan Karlos, mi hijo, se consideran hermanos. Y como tal se tratan)
El flaco se casó por segunda vez con la destacada bailarina clásica Mónica Despradel, con quien ha procreado a Gabriela y Sebastián. (La Fundación “Nido de Ángel” que tanto trabajo hermoso y desinteresado hace en favor de niños y niñas, la inspiró ese ángel que es Sebastián)
Mi amigo El Flaco es, desde mi punto de vista, el mejor autor de letras para canciones que tiene el país. Solo y junto con Manuel Tejada y otros músicos reconocidos, ha compuesto canciones que forman parte del cancionero dominicano de todos los tiempos. Con el tema “Para Quererte”, en la voz de la extraordinaria Maridalia Hernández, ganó el primer lugar en el festival de Viñas del Mar, Chile. Su canción “Como un bolero” no tiene que envidiarle nada a ninguna otra canción de ningún otro compositor de aquí ni del extranjero. Mi amigo El Flaco es un gran compositor. Y un gran publicista también. (Es una lástima que su discografía no haya sido difundida tanto en el país como en el extranjero)
Mi amigo El Flaco ha estado involucrado en actividades artísticas y culturales durante toda su vida. Ha forjado junto a otros artistas movimientos por la justicia y por la paz. José Antonio Rodríguez ha sido un aglutinador de inquietudes culturales. Siempre ha procurado defender causas justas y humanas.
Trabajó en la campaña electoral apoyando al candidato del PLD, Danilo Medina. A lo que tenía todo el derecho. Yo intenté atraerlo hacia el candidato del PRD, Hipólito Mejía. No pude.
Danilo sabe que José Antonio es, más que un intelectual, un artista y un militante cultural, serio, incapaz de robarse los recursos del Estado. Y eso le bastó para nombrarlo Ministro de Cultura. Tal vez fue una sorpresa para el propio Jóse (como le dice Mónica) y para sus amigos, como yo. Sin embargo desde que me enteré lo llamé para ofrecerle mi respaldo en caso de necesitarlo. (Y me alegré de su nombramiento)
Tengo la certeza de que mi amigo El Flaco lo hará bien. Tiene las herramientas para eso. Solo debe hacerse acompañar de un equipo de gente bien intencionado y capaz.
Me parece una mezquindad, una bajeza, orquestar una campaña de mentiras para dañar la imagen de hombre bueno. No se puede verter tantos odios, ni tanto rencor y maledicencia contra alguien tan digno, que no le hace daño a nadie, como lo es mi amigo El Flaco.