Desde muy niño nuestra simpatía por la música la inclinamos a favor de Fernando Villalona Evora, aunque como comunicador nunca nos interesó ser cronista de arte ni farandulero.
A Fernandito lo seguía desde que se inició en los festivales de la voz, organizado por el maestro Rafael Solano, en el Show del Mediodía, trasmitido por Radio Televisión Dominicana.
Fernandito, al dejar de cantar como solista, se hizo merenguero y, aun así lo seguía con reverencia y entusiasmo.
Ese es el momento en que escuché hablar de July Pie, un joven pianista de tez morena que tocaba ese instrumento con una gran entrega. Fue en ese tiempo que escuchamos los merengues “La Tuerca, Félix Cumbé, El Mayimbe y otros”, bien compuestos por July en la orquesta de Nando Villalona.
Luego vimos a July pasar a formar parte de la orquesta Liberación, del maestro Andrés de Jesús y ser su pianista de planta. Los 80s fueron años de gloria para July Pie
Recuerdo hace un poco más de una década, haciendo campaña política junto al doctor Emmanuel Esquea, quien corría por la presidencia de la Republica, visité por primera vez Loma de Cabrera.
En ese agreste municipio de la frontera, con mucha pobreza y carencias, de la provincia Dajabón nos sentimos tan a gusto porque estaba disfrutando de la tierra de uno de mis ídolos en el arte, cuando de repente de su parque central se me acercó un señor de color negro, con su cuerpo maltratado, con ropa destruida y sucia y manos temblorosas, quien me solicitó que le diese tres pesos. En ese momento procedimos a darle diez, y uno de los compañeros de aquella localidad me dijo que ese a quién le di el dinero era el músico July Pie. Algo increíble para mí.
El que observa a July en estos momentos llora de impotencia. El que en verdad lo conoció sabe que este músico fue un verdadero titán que ahora necesita de la mano amiga de los sensibles y de los que se conduelen del dolor humano.
Esta es la hora perfecta de Nando Villalona, compueblano, contemporáneo y compañero de gratos recuerdos de July, a quien mencionaba en cada una de sus grabaciones, hacer algo por este también hijo de Dios.
Autor: Nélsido Herasme.