Un Alumno Agradecido

Luis Flores, orgullo maeño que se pasea por nuestras calles, con la paz que solo tiene el hombre sembrador del bien, el fue premiado con una madre responsable, que asumió el doble y difícil papel de papá y mamá.



Dona Teba no escatimo esfuerzos y sin el apoyo de un hombre hizo de nuestro Luis el ciudadano ejemplar de hoy, escribo de un maestro que enseña mas allá de las palabras, da cátedras con su ejemplo.



Su presencia acompañada de una sonrisa permanente en su rostro, nos muestra el ser humano noble, detrás de una cara con huellas de carencias superadas a tal punto que sus hijos siempre tendrán su mano protectora hasta el último de sus días.



Luis Flores caminante sin pausa por tortuosos caminos, para en surcos jóvenes sembrar el conocimiento, soñador con la seguridad de que al despertar encontrará dando frutos sus enseñanzas.

Dueño de una armonía y solidaridad sublimes, por la cual quien escribe volvió a las aulas motivado por el, hasta alcanzar mi titulo de licenciado en derecho, Luis es de los que se apresura a dar sin pasar facturas el sabio consejo.



En nombre de todos sus estudiantes me permito darle las gracias, por iluminar para nosotros el camino del bien y quitar de nuestros ojos el velo de la ignorancia, nuestros corazones cobran vida cuando Luis maestro y poeta se inspira.



Recuerdo sus pasos bajo el caliente Sol de la una de la tarde rumbo al liceo Juan de Jesús Reyes, muchas veces, el se ha olvidado de vivir su vida por alimentar espiritualmente vidas ajenas, su bondad es infinita.



Gracias maestro, padre, amigo y hermano por todo lo que nos ha enseñado, las huellas indelebles dejadas en nosotros, son frutos de sabiduría esparcidos por el mundo, gracias por darnos tanto y recibir tan poco, de los que por usted hoy somos profesionales .