Las mil y una versiones de "La última cena" de Da Vinci

La genial obra del artista italiano fue aggiornada y ha sido representada de las formas más disímiles. Jesús ahora es Luke Skywalker, Popeye y hasta el mismísimo Lucifer. Una galería de fotos increíble


Il cenacolo o L’ultima cena pasó a la historia como la obra más importante de Leonardo Da Vinci, quien supo como nadie plasmar la afirmación de Jesús de Nazaret: "Uno de vosotros me traicionará".

Cuenta la historia que la obra -mide 460 centímetros de alto y 880 centímetros de ancho- le fue encomendada al genio italiano para el refectorio de la iglesia domínica de Santa María delle Grazie, en Milán.

Pronto el pedido que hiciera "El Moro", el duque Ludovico Sforza de Milán, se convirtió en un impresionante mural ejecutado en temple, alabado por ser una obra maestra de diseño y caracterización.

Desde finales de 1497, cuando se cree que Da Vinci hubo finalizado la pintura, los admiradores del artista renacentista no sólo se encargaron de admirar su obra, sino también se preocuparon por restaurarla, ya que el empleo experimental de óleo sobre yeso seco, hizo que pronto comenzara a desprenderse de la pared.

Se hicieron varios intentos para restaurarla, y recién en 1977 se inició un programa con el uso de tecnologías modernas que permitieron algunas mejoras.

Más allá de las idas y venidas para mantenerla intacta, miles de artistas de los más variados ámbitos se encargaron a lo largo de los años de inmortalizarla a su manera.

Así, La Última Cena se convirtió en una representación de los personajes de la mítica saga de George Lucas, Star Wars, o del eterno Popeye.

Otras veces, los 12 discípulos tomaron la forma de legos y hasta de zombies.

Cualquier agasajo es válido para que la obra de Da Vinci no quede en el olvido.